Alberto Linero
Señor mío y Dios mío, en este último día del mes estoy listo para dar una mirada hacia atrás y descubrir todas las cosas vividas.
Sin duda estoy agradecido con lo que ha sucedido, porque cada una de las situaciones vividas me ha dejado un aprendizaje, me ha permitido ver con más claridad todo y poder tomar mejores decisiones.
Mañana, cuando inicie un nuevo mes, tendré en mí nuevos aprendizajes, no seré la misma persona que inició este mes de febrero, y solamente eso es un gran motivo para agradecer.
Estoy convencido (de) que, si me llenas de tu amor constantemente, podré llenar también a otros con ese amor.
Gracias por ser mi guía, gracias por ser mi protector.
Voy a descansar sintiéndome bendecido por el solo hecho de haber vivido en tu presencia el día que pasó.
Que tu amor me llene y me haga libre y feliz.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…
¡En la Voluntad de Dios siempre!
JESÚS TOMA MI VOLUNTAD, Y DAME LA TUYA✍
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