P. Luis Alberto De León Alcántara Email: albertodeleon_011@hotmail.com

Seguro has notado que cuando un neumático de un vehículo tiene algún orificio, el gomero le coloca un parche o algo semejante para que la goma pueda seguir funcionando con normalidad, y aunque el hueco siga ahí oculto, el carro puede continuar su trayecto, precisamente porque se buscó una vía rápida para evitar que este pequeño accidente lo saque de la carretera. En otras palabras, el parche o saca de apuro, hace posible que las actividades de una persona sigan su curso y no se detenga.

También la vida está llena de remiendos y de curitas. Desde la niñez, pasando por la adolescencia, la juventud, la vida adulta y por último, por la ancianidad, vamos colocando remiendos, elementos temporales a lo que somos, con el objetivo de salir de cualquier aprieto repentino que aparezca. Pues, como vivimos en la época de la prisa, en la generación del desespero, es preferible optar por el sendero cómodo y menos complicado, ya que detenerse y analizar lo que realmente nos conviene, implica mucho trabajo y sacrificio.

Por eso existen muchas maneras de colocarle parche a nuestra vida. Por ejemplo, no aceptarse como uno es y refugiarse en las modas, llenándose de cosas materiales, inflados de lujos y vanidades, acudiendo de manera exagerada a las redes sociales, proyectando hacia fuera que gozamos de una vida fantástica, cuando en realidad, es todo lo contrario. 

El ser humano está lleno de ingenuidad, como estamos inmersos en una gran cantidad de momentos que nos envuelven y nos ponen entre la espada y la pared, nos refugiamos utilizando parche, y las excusas comunes son: “No tengo tiempo”, “La vida así…”, “Estamos en un tiempo que uno no puede complicarse la vida, se hace lo que se puede”, “Nadie va a perturbar mi paz ni tampoco mi felicidad”.

A simple vista, parecen frases correctas y justificadas. Pero en el fondo sabemos, que es un modo de no enfrentar la realidad, de hacer lo mínimo y olvidarse de lo máximo. Es una actitud simplista y superficial, porque cuando un ser humano coloca parche, no quiere resolver los problemas de manera radical, solamente pretende retener la realidad, colocar un calmante a lo que sucede para mejorar la situación momentáneamente, ignorando por completo que lo sucederá después…

Sin embargo, aunque el mundo está lleno de parche, rodeados de personas que no quieren cambiar el neumático, sino remendarlo para no complicarse la vida, nosotros nacimos para resolver los problemas, no para enterrarlos, porque problema que entierra, dilema que florece y luego hace más daño. Venimos a este mundo, no para aparentar que todo está bien, tampoco para maquillar nuestra condición humana, sino que llegamos a este planeta para echar raíces, crecer con nuestro propio tronco, dejar florecer los tallos y ver con satisfacción los resultados de lo sembrado, porque, aunque los parches estén para cubrir por un rato, la vida por sí sola deja salir lo que llevamos dentro. Entonces, ¿seguirás colocándole parche a tu vida?

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