V Domingo. Tiempo Ordinario. Ciclo B

Color: VERDE o ROJO

  • Primera Lectura. I Re 3, 4-13: “Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a tu pueblo”.
  • Salmo Responsorial: 118, 9.10.11.12.13.14: “Enséñame, Señor, tus leyes”.
  • Evangelio. Mc 6, 30-34: “Vengan ustedes solos a un sitio tranquilo a descansar un poco”.

Amados hermanos en la presencia de Santa de nuestro Señor Jesucristo que nos ama con un amor incondicional, muy Buenos días, tardes o noche.

 La liturgia de la palabra nos invita a Vivir una vida misionera activista, sin espacios de retiro y oración, se convierte en un activísimo estéril o conformismo egoísta, donde no está presente la sabiduría de Dios. Por esto, es necesario aprender a conjugar en nuestra vida discipular el retiro y la misión, la oración y la pastoral, donde una y otra se iluminan para hacer de nosotros auténticos discípulos y misioneros.

El que vive desde la alianza reconoce que solo desde la sabiduría que viene de Dios puede continuar con la misión que se encarga. Es lo que evidencia la petición de Salomón, reconoce que sin Dios como centro la misión no tiene sentido

Los discípulos regresan de la siembra de la Palabra, ahora la parte de hacerla crecer no depende de ellos, ahora es momento de retirarse para renovar el verdadero sentido de todo lo que se ha hecho.

El que preside: Unamos nuestras súplicas a la oración sabia y filial de Salomón, confiando en la bondad paterna de Dios.  Por eso digamos: “Concédenos, Señor, la sabiduría del corazón”.

-Por la Iglesia.  Que sepa reconfortar e iluminar el camino de todos los pueblos en el encuentro con el evangelio.  Roguemos al Señor.

-Por los monjes y las monjas de vida contemplativa.  Que el señor sostenga con entusiasmo y alegría su misión y la haga fecunda en el bien, la justicia y la paz.  Roguemos al Señor.

-Por todos los que tienen cargos en el gobierno de los países.  Que el señor los haga conscientes sobre la responsabilidad que comporta el servicio de la autoridad.  Roguemos al Señor.

-Por los que están deprimidos y desilusionados.  Que el señor les conceda la serenidad de descansar en la oración y haga volver a florecer el gusto y el sentido por la vida.  Roguemos al Señor.

El que preside: Concede a tus siervos señor el corazón dócil y sabio de Salomón, para que podamos aprender a vivir cada día contigo, por ti y en ti que eres Dios y vives y amas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos.  Amén.

Gregoria Mejía Hilario/greymhilario@gmail.com

“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”

(San Alfonso María de Ligorio). Si deseas recibir las moniciones en tu móvil por WhatsApp, únete a este grupo: https://chat.whatsapp.com/JuAEJ8FhOoS3UDIokzKiTG

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