Memoria Obligatoria: San Atanasio, Obispo y Doctor de la Iglesia
Jueves, 2 de mayo del 2024
Color: BLANCO
- Primera Lectura. Hch 15, 7-21: “Dios me escogió entre ustedes para que los gentiles oyeran de mi boca el mensaje del Evangelio”.
- Salmo Responsorial: 95, 1-2a.2b-3.10: “Cuenten las maravillas del Señor a todas las naciones”.
- Evangelio. Jn 15, 9-11: “Como el Padre me ha amado, así los he amado yo; permanezcan en mi amor”.
“Amar como ama el Padre es amar de forma creadora y creativa”
El texto del libro de los Hechos de los Apóstoles que se nos propone como primera lectura para hoy, da a entender que Pedro era quien tenía mayor liderazgo entre ellos, aunque más tarde otros apóstoles como Santiago y Pablo llegan a tener la misma relevancia sobre sus respectivas áreas. En general, se ve en Hechos que los apóstoles trabajaban en equipo y entre todos toman las decisiones importantes, no sólo Pedro. Pablo, mientras tanto, estaba en Tarso, preparándose y trabajando, curtiendo pieles y haciendo carpas.
Un gran obstáculo para los gentiles que querían adoptar el judaísmo era la circuncisión, una operación quirúrgica muy dolorosa para un hombre adulto. Por lo menos tomaba una semana para reponerse de la lesión.
En su discurso, Pedro dio testimonio (de) que Dios salvaría a los judíos y gentiles fieles, sin importar que estuviesen circuncidados o no. Santiago ratificó las palabras de Pedro valiéndose de las Escrituras. Los apóstoles enviaron cartas a los miembros de la Iglesia de Antioquía, Siria y Cilicia para explicar que la circuncisión no era necesaria para la salvación. De este modo, gracias a la acción del Espíritu Santo, la Iglesia superó la amenaza de la división a causa de un tema visto hoy de muy poca relevancia.
En el Evangelio, Jesús nos invita a amar; y amar sin reservas, como nos ama Él. Amar como ama el Padre es amar de forma creadora y creativa, donde todo puede comenzar de nuevo. Este es el modo de amar que aprendió Jesús. Recibió del Padre una manera fecunda de relacionarse que da consistencia a las personas porque las sirve, acompaña y cuida desde la realidad propia de cada cual.
Amar como nos ama el Señor es pasión por las personas y por la vida. Quien aprende a amar y a tratar como lo hace Jesús, es capaz de construir amistad más allá de cualquier obstáculo, porque ha experimentado que ha sido amado y sigue siendo amado. Y es que la auténtica altura humana de todo ser humano es la altura de su amor y de su servicio.
(Guía Litúrgica)
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