Sábado, 13 de abril del 2024
Color: BLANCO
- Primera Lectura. Hch 6, 1-7: “No nos parece bien descuidar la Palabra de Dios para ocuparnos de la administración”.
- Salmo Responsorial: 32, 1-2.4-5.18-19: “Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti”.
- Evangelio. Jn 6, 16-21: “Soy yo, no teman”.
“El Señor está aquí, buscándonos, no se cansa de buscarnos”
ENTRADA:
Hoy el Señor se acerca a nosotros y nos dice “Soy Yo, no teman, estoy aquí, confíen en mí, no los dejaré, permítanme acompañarlos”.
El texto evangélico para hoy nos muestra cómo Jesús camina en medio de la tormenta para alcanzar a los discípulos. Les alcanza para llevarlos a puerto seguro. A veces decidimos emprender el camino sin llevar en la barca a Jesús, como en este relato, porque tal vez pensamos que se hace tarde, que no vemos respuesta de Dios, que Jesús tarda en llegar y tomamos el riesgo de irnos solos.
Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles (6, 1-7)
No se atendían a las viudas de forma adecuada, y a partir de esta diferencia se designa a siete que se encargan de la administración, mientras los apóstoles continúan evangelizando.
Lectura del Santo Evangelio según San Juan 6, 16-21
Cuando el viento y las olas zarandean la barca, cuando vemos que es posible que no lleguemos al puerto que habíamos planificado, entonces Jesús, aparece, porque nos quiere alcanzar para cuidarnos, para sacarnos de la tribulación y el miedo que nos dan las tormentas de la vida.
Oración Universal:
El que preside: Al Señor que nos anima a abandonarnos en Él y a no tener miedo, confiemos nuestras oraciones y digamos juntos: “Concédenos tu amor señor”.
1.- Por la Iglesia, para que, frente a las dificultades que agitan el corazón de los hombres de nuestro tiempo, no se dejen amilanar por el miedo sino, que siga llevando con confianza la esperanza, que es Jesús, al mundo. Roguemos al Señor.
2.- Por el Santo Padre y por todos nosotros, discípulos del Señor, para que reconozcamos a Jesús presente en nuestra vida y, atravesando el mar agitado de las fatigas cotidianas, alcancemos sanos y salvos las riberas de la salvación. Roguemos al Señor.
3.- Por todos los pueblos que son presas de la tiranía y de la prevaricación, para que crean que es el Señor el que guía la barca de la historia de las naciones y confíen en Él, único dador de la verdadera paz. Roguemos al Señor.
4.- Por los que viven en la pobreza, para que en ningún corazón prevalezca la desesperación, sino que resuene la voz del Señor que nos invita a no tener miedo y a confiar en él en toda necesidad. Roguemos al Señor.
El que preside: Oh Dios, que has enviado tu Espíritu sobre los apóstoles, dígnate acoger las oraciones que con fe te hemos dirigido. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Lervidiana Castro Hernández/lervidianacastrohernandez1976@gmail.com
COMUNIÓN ESPIRITUAL
“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”.
(San Alfonso María de Ligorio).
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