Lunes, 12 de febrero del 2024
Color: VERDE
- Primera Lectura. Sant 1, 1-11: “El cristiano de condición humilde esté orgulloso de su alta dignidad”.
- Salmo Responsorial: 118, 67.68.71.72.75.76: “Cuando me alcance tu compasión, viviré, Señor”.
- Evangelio. Mc 8, 11-13: “Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla”.
“Llamados a vivir desde la fe”
Entrada:
Amados hermanos en Cristo Jesús, muy buenos días, tardes o noches.
Estamos llamados a vivir desde la fe antes de los signos; muchas veces nos podemos acostumbrar a las obras del rey antes que, al rey, y precisamente es lo que los fariseos buscan, un Dios que responda a sus caprichos y se amolde a sus esquemas.
Comienzo de la Carta del Apóstol Santiago (1,1-11)
Pero tienen que pedir con fe, sin titubear lo más mínimo.
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (8,11-13)
Jesús renuncia al alarde gratuito e innecesario de su poder, para enseñar a través de un seguimiento, a través de sus opciones.
Oración Universal:
El que preside: Pidamos al Señor el don de la sabiduría, que nos ayude a mirar la vida con fe y aceptarla en la alegría. Digamos: “Concédenos, oh Dios, la sabiduría del corazón”.
Por la Santa Iglesia. Para que en su camino sepa afrontar las tempestades con la certeza que el Espíritu, que guía la historia, le dará la fuerza para perseverar en la voluntad de Dios. Roguemos al Señor.
Por nuestra sociedad, en la que se vive con impaciencia un presente deprimido, cansado, sin sabor. Para que aprendamos a ver en lo que ya tenemos los trazos de la belleza que Dios ha sembrado en el mundo, para que podamos ver la vida con una mirada serena y sabia. Roguemos al Señor.
Por las jóvenes generaciones que sufren el drama de la precariedad y no pueden proyectar su futuro. Que tengan el coraje de esperar, desear e invertir en aquello en lo que creen. Roguemos al Señor.
Por nosotros. Para que acojamos las pruebas de la vida confiando en el Señor, que nunca nos negará su presencia, y las vivimos, no pretendiendo signos según nuestro capricho, sino dispuestos a un camino de purificación. Roguemos al Señor.
El que preside: Acompáñanos, Padre, con tu bendición y ayúdanos a aceptar con fortaleza y fe todo lo que la vida nos pida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Gregoria Mejía Hilario/greymhilario@gmail.com
COMUNIÓN ESPIRITUAL
“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”
(San Alfonso María de Ligorio).
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