Memoria libre: El Santísimo nombre de Jesús
Viernes, 3 de enero del 2025
- Primera lectura. 1Jn 2,29-3,6: “Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es”.
- Salmo Responsorial: 97,1.3cd-4.5-6: “Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios”.
- Evangelio. Jn 1,29-34: “Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo”.
Color: BLANCO
“Detrás de mí viene un hombre que está por delante de mí”
En este viernes reflexionamos con esperanza y alegría sobre la presencia del Espíritu Santo que se posó sobre Jesús y que sigue actuando en cada uno de nosotros. El Espíritu que descendió como paloma en el bautismo de Jesús nos impulsa a vivir este nuevo año con fe y llenos de esperanza, guiándonos y fortaleciendo nuestro camino.
En el Evangelio de Juan (1,29-34), Juan el Bautista reconoce a Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Con humildad, afirma: «Detrás de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo». Este mensaje nos recuerda que Jesús, el Hijo eterno, es nuestro Salvador y siempre ha sido parte del plan divino. En este 2025, se nos invita a seguir a Jesús, reconociendo que Él es Dios mismo, siempre presente y dispuesto a caminar con nosotros.
El testimonio de Juan sobre el Espíritu que baja del cielo como una paloma nos recuerda la fuerza de ese mismo Espíritu que también actúa en nuestras vidas. Al igual que confirmó la misión de Jesús, hoy el Espíritu Santo nos fortalece para vivir como hijos de Dios. Al permitir que el Espíritu nos guíe, somos transformados y capacitados para amar, hacer el bien y llevar la luz de Cristo al mundo.
En la Primera Carta de San Juan (2,29-3,6), se nos recuerda nuestra identidad como hijos de Dios: «Todo el que tiene esperanza en Él se purifica a sí mismo, como Él es puro». Este año, estamos llamados a crecer en Santidad, dejando atrás todo lo que nos aparta de Dios, confiando en que el Espíritu Santo nos da la gracia para vivir conforme a la voluntad divina. No buscamos la perfección inmediata, sino una transformación constante en el amor y la verdad.
El Salmo 97 nos invita a cantar «un cántico nuevo» porque el Señor ha hecho maravillas. Este es un canto de gratitud, reconociendo que Dios sigue obrando en nuestras vidas. En este 2025, con el Espíritu guiándonos, podemos esperar nuevas maravillas, grandes manifestaciones de Su amor y poder. Él nos da la fuerza para vivir como discípulos de Jesús, buscando siempre la justicia y la paz.
Hoy, abramos nuestros corazones al Espíritu Santo. Permitamos que Él guíe cada uno de nuestros pasos, sabiendo que Jesús, el Cordero de Dios, camina delante de nosotros. Que este nuevo año sea un tiempo de renovación espiritual, de confianza en el plan de Dios y de entrega generosa a Su voluntad. Con alegría, cantemos al Señor un cántico nuevo, reconociendo las maravillas que Él ha hecho y seguirá haciendo en nuestras vidas.
(Guía Mensual)
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