Viernes, 16 de junio del 2023

Solemnidad.  Color: BLANCO

  • Primera Lectura. Dt 7, 6-11: “Pon por obra estos preceptos y los mandatos y decretos que te mando hoy”.
  • Salmo Responsorial. 102, 1-2.3-4.6-7.8 Y 10: “La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus mandatos”.
  • Evangelio. Mt 11, 25-30: “Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla”.

«Soy manso y humilde de corazón»

Entrada:

Los Santos Padres muchas veces hablaron del Corazón de Cristo como símbolo de su amor, tomándolo de la Escritura: «Hemos de beber el agua que brotaría de su Corazón… cuando salió sangre y agua» (Jn 7,37; 19,35). En la Edad Media comenzaron a considerarle como modelo de nuestro amor, paciente por nuestros pecados, a quien debemos reparar entregándole nuestro corazón (santas Lutgarda, Matilde, Gertrudis la Grande, Margarita de Cortona, Ángela de Foligno, San Buenaventura, etc.).

En el siglo XVII estaba muy extendida esta devoción. San Juan Eudes, ya en 1670, introdujo la primera fiesta pública del Sagrado Corazón. En 1673, Santa Margarita María de Alacoque comenzó a tener una serie de revelaciones que le llevaron a la santidad y la impulsaron a formar un equipo de apóstoles de esta devoción. Con su celo consiguieron un enorme impacto en la Iglesia.


Se divulgaron innumerables libros e imágenes. Las asociaciones del Sagrado Corazón subieron en un siglo, desde mediados del XVIII, de 1.000 a 100.000. Unas 200 congregaciones religiosas y varios institutos seculares se han fundado para extender su culto de mil formas. El Apostolado de la Oración, que pretende conseguir nuestra santificación personal y la salvación del mundo mediante esta devoción, contaba ya en 1917 con 20 millones de asociados. Y en 1960 llegaba al doble en todo el mundo. «

La Europa oficial rechazó el Corazón de Cristo y en seguida fue asolada por los horrores de la Revolución francesa y de las guerras napoleónicas. Pero después de la purificación, resurgió de nuevo con más fuerza que nunca. En 1856 Pío IX extendió su fiesta a toda la Iglesia. En 1899 León XIII consagró el mundo al Sagrado Corazón de Jesús (Ecuador se sabía consagrado en 1874).  

Primera Lectura: Deuteronomio 7, 6-11

«El Señor se enamoró de ustedes y les eligió».  Por puro amor, Dios llama a la existencia y por puro amor conserva a su pueblo elegido.

Segunda Lectura: 1 Juan 4, 7-16

«Dios nos amó».  El amor de Dios por nosotros es la razón que fundamenta nuestro amor por los demás, pues no podemos decir que amamos a Dios si no amamos a los hermanos.

Evangelio: Mateo 11, 25-30

«Soy manso y humilde de corazón».  La mansedumbre de Jesús destaca como la cualidad más importante de su servicio.

Oración Universal:

El que preside: Oremos con la confianza puesta en Cristo, por quién tenemos libre acceso a Dios Padre.

  • Por la Iglesia, nacida del corazón de Cristo.  Roguemos al Señor.
  • Por los que gobiernan los pueblos buscando la justicia y el respeto de los Derechos Humanos.  Roguemos al Señor.
  • Por los que se sienten cansados y agobiados por tantos trabajos y sufrimientos.  Roguemos al Señor.
  • Por los enfermos y los moribundos.  Roguemos al Señor.
  • Por nosotros, que conocemos y celebramos el amor de Cristo.  Roguemos al Señor.

El que preside: Dios, Padre nuestro que nos has manifestado tu amor en el corazón de tu Hijo, escucha nuestras súplicas. Por Jesucristo, nuestro Señor

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