Sábado, 2 de marzo del 2024
Moniciones: III Domingo. Tiempo de Cuaresma. Ciclo B
Color: MORADO. II Semana del Salterio
- Primera Lectura. Miq 7, 14-15.18-20: “Señor pastorea a tu pueblo con el cayado, a las ovejas de tu heredad”.
- Salmo Responsorial: 102,1-2.3-4.9-10.11-12: “El Señor es compasivo y misericordioso”.
- Evangelio. Lc 15, 1-3.11-32: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no me merezco llamarme hijo tuyo”.
“Un Padre que sólo sabe amar y perdonar, animar y bendecir”
Entrada:
Apreciados hermanos en la presencia de nuestro Señor Jesucristo, muy buenos días, tardes o noches.
La liturgia de la palabra nos invita tener misericordia con los demás.
En efecto, la parábola evangélica de hoy es un impresionante canto a la misericordia de Dios Padre que no condena a los que de Él se alejan, sino que espera, paciente, su regreso. Frente al que da la espalda a la bondad de un padre, y la actitud de quien se siente con derecho a todo, brillan por sí mismas las entrañas de un Padre que sólo sabe amar y perdonar, animar y bendecir, acoger y enamorar lo inmensamente divino, por lo entrañablemente humano.
Lectura de la profecía de Miqueas (7, 14-15.18-20)
La prosperidad vuelve a ser un disfrute del rebaño que se siente pastoreado por Yahveh, y lo hace con sabores de enorme confianza, religión íntima empapada de fe y quietud en el Señor.
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (15, 1-3.11-32)
Una alegría así es el perfecto intermediario para aceptar la salvación que Jesús de Nazaret nos ofrece a todos, porque Él es nuestra vida y nuestra alegría.
Oración Universal:
El que preside: Aprovechando este tiempo que nos es concedido, pidamos al Señor que acreciente en nosotros la capacidad de servirle con alegría y gratitud, y digamos: “Enséñanos a servirte padre”.
1.- Por la Iglesia, que nunca se da a las seducciones de la riqueza y del poder que destruye la verdadera dignidad del hombre. Roguemos al Señor.
2.- Por el Papa, los sacerdotes y los diáconos, para que sean siervos dóciles a la voluntad del Padre. Roguemos al Señor.
3.- Por las naciones agobiadas por la violencia, para que el Señor suscite personas capaces de restablecer la paz y educar para la convivencia, el respeto y el servicio recíproco. Roguemos al Señor.
4.- Por todos nosotros, para que sepamos escuchar a aquellos que el Señor nos envía para corregirnos y hacernos descubrir la alegría de gastar nuestra vida con generosidad al Servicio del Evangelio. Roguemos al Señor.
El que preside: Dios, Padre de inmensa bondad, que has enviado a tu Hijo para restituir nuestra verdad de hijos tuyos, no te canses de venir a nuestro encuentro y de derribar el muro de nuestro egoísmo y de nuestro rechazo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Gregoria Mejía Hilario/greymhilario@gmail.com
COMUNIÓN ESPIRITUAL
“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”.
(San Alfonso María de Ligorio).
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