Fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José. Ciclo C
Domingo, 29 de diciembre de 2024
- Primera lectura: Ecl 3,3-7.14-17: Honra a tu padre y a tu madre.
- Salmo Responsorial: 127,1-5: Bendición de la familia.
- Segunda lectura: Col 3,12-21: Buen trato en la familia.
- Evangelio: Lc 2,41-52: Crecía en sabiduría y en gracia.
Color: BLANCO
“Toda familia es sagrada”
Primera Lectura: Ecl 3, 2-6. 12-14
Lectura del Libro del Eclesiástico
Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de
la madre sobre su prole. El que honra a su padre expía sus pecados, el que
respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de
sus hijos y, cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá
larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha.
Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras
vivas; aunque flaquee su mente, ten indulgencia, no lo abochornes mientras
vivas. La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar
tus pecados; el día del peligro se acordará de ti y deshará tus pecados como
el calor la escarcha.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial: 127, 1-2.3.4-5
R. “Dichosos el que teme al Señor y sigue sus caminos”
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. R./
Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. R./
Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como
renuevos de olivo, alrededor de tu mesa. R./
Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te
bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días
de tu vida. R./
Segunda Lectura: Col 3, 12-21
Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los Colosenses
Hermanos: Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea
su uniforme: la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura,
la comprensión. Sobrellévense mutuamente y perdónense, cuando alguno
tenga quejas contra otro. El Señor les ha perdonado: hagan ustedes lo
mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad
consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en su corazón; a ella han
sido convocados, en un solo cuerpo.
Y celebren la Acción de Gracias: La palabra de Cristo habite entre ustedes
en toda su riqueza; enséñense unos a otros con toda sabiduría; exhórtense
mutuamente.
Canten a Dios, denle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos
inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicen, sea todo en nombre
del Señor Jesús, ofreciendo la Acción de Gracias a Dios Padre por medio de él.
Mujeres, vivan bajo la autoridad de sus maridos, como conviene en el
Señor. Maridos, amen a sus mujeres, y no sean ásperos con ellas. Hijos,
obedezcan a sus padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no
exasperen a sus hijos, no sea que pierdan los ánimos.
Palabra de Dios
Evangelio: Lc 2,41-52
Lectura del Santo Evangelio según san Lucas
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas: Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debía estar en la casa de mi Padre?». Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.
Palabra del Señor
COMUNIÓN ESPIRITUAL
“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”.
(San Alfonso María de Ligorio).
Si deseas recibir las moniciones en tu móvil por WhatsApp, únete a este grupo: https://chat.whatsapp.com/FjQ3952D37L4QgSEGqDDsl
Para donaciones: https://www.paypal.me/padredomingovasquez
Despierta la verdadera Navidad
ENVUELTO EN PAÑALES Y ACOSTADO EN EL PESEBRE