Solemnidad: Jesucristo, Rey del Universo
Domingo, 26 de noviembre del 2023. II Semana del Salterio
- Primera lectura: Ez 34,11-12.15-17: Yo seré el pastor de mis ovejas.
- Salmo Responsorial: 22,1-3.5-6: El Señor es mi pastor, nada me falta.
- Segunda lectura: 1Co 15, 20-26. 28: Dios lo será todo para todos.
- Evangelio: Mt 25, 31-46: Lo que hacen al más pequeño, me lo hacen a mí.
Color: BLANCO
“Vengan ustedes, benditos de mi Padre”
Hoy, en el último domingo del Tiempo Ordinario, la Iglesia celebra a JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO. Y hoy, toda la Iglesia que peregrina en la República Dominicana, con el apoyo y orientación de nuestros Obispos, realiza la 12ª CAMINATA “UN PASO POR MI FAMILIA”, este año con el lema “CON HONESTIDAD TRANSFORMAMOS LA SOCIEDAD”. Todos hemos de caminar bajo un mismo fin e ideal: la promoción de la vivencia de los valores humanos y cristianos en medio de la familia y de la sociedad.
Las lecturas de este domingo nos presentan al Señor, al Buen Pastor, separando a sus ovejas de las cabras el día de su venida gloriosa. Si nos fijamos bien, el evangelio de hoy es una narración clara de cómo Cristo Jesús, el Hijo del Hombre, el Rey, vendrá a juzgar a las naciones al final de los tiempos. Su venida será con gloria y poder y separará a los buenos de los malos. Todos los hombres y mujeres, sin excepción, serán juzgados con el mismo criterio. Lo que diferenciará a unos de otros es el amor práctico brindado a los necesitados Este amor serán los hechos concretos traducidos en “dar de comer”, “dar de beber”, “acoger al inmigrante”, “vestir al desnudo”, “visitar al enfermo o encarcelado”. Es decir, la ayuda que hayamos podido prestar al necesitado.
Jesús nos llama a centrar nuestras vidas en el servicio a los demás, principalmente a los más necesitados. Nuestra salvación no está porque vayamos mucho a misa sino porque realizamos actividades concretas en las cuales cumplimos las exigencias del Maestro.
¿Por qué es tan importante ayudar a los necesitados y tan condenable negarles la ayuda? Porque lo que se hace o se deja de hacer a ellos, se le está haciendo o dejando de hacer al mismo Dios encarnado en Cristo. Cuando abandonamos a un necesitado, estamos abandonando a Dios. Cuando aliviamos su sufrimiento, lo estamos haciendo con Dios. Así de sencillo. Nada nos acerca más a Él que aprender a mirar detenidamente con compasión el rostro de los que sufren, y descubrir en ellos el rostro de Jesús.
El lema escogido por la Pastoral Familiar para la caminata de este año, “CON HONESTIDAD TRANSFORMAMOS LA SOCIEDAD”, refleja lo que debemos hacer como miembros de una familia humana a la que pertenecemos, para ser invitados a colocarnos a la derecha de nuestro Señor, y seamos llamados “benditos del Padre”. Nuestra misión: ¡SER HONESTOS EN NUESTRAS FAMILIAS! Si así lo hacemos comenzaríamos a dar los primeros pasos para transformar nuestra sociedad de hoy.
Que el Señor nos ayude a estar atentos a las necesidades de los más desvalidos que nosotros para que en venida al final de los tiempos lo escuchemos decirnos: “Vengan ustedes, benditos de mi Padre”.
¡Que así sea!
(Guía Litúrgica)
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