Feria o memoria Libre: San Ramón Nonato, Religioso
Jueves, 31 de agosto del 2023
Color: VERDE o BLANCO
- Primera Lectura. I Tes 3, 7-13: “Que el Señor los colme y los haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos”.
- Salmo Responsorial. 89, 3-4.12-13.14.17: “Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres”.
- Evangelio. Mt 24, 42-51: “Estén también ustedes preparados, porque a la hora que menos piensen viene el Hijo del hombre”.
“Hoy estamos sumergidos en un mundo de inseguridad”
Con júbilo celebramos a San Ramón Nonato, cuyo nacimiento nos interpela a todos, más que nunca hoy, donde se promueve el aborto, como un gran avance humano. La tradición, en efecto, lo llama así: “Nonato” (es decir, no nacido), porque fue extraído del cuerpo de su madre difunta desde el día anterior, usando un arma de corte (lo equivalente a una cesárea).
Siendo joven, a los 21 años, Ramón oyó hablar de Pedro Nolasco, el fundador de la Orden de los Mercedarios, e ingresó en esta congregación. Los mercedarios tenían por misión redimir a los cristianos cautivos de los musulmanes. San Ramón viajó a África donde se entregó a la tarea de predicar, consolar, curar, acompañar a los cautivos, incluso ofreciéndose como secuestrado para la liberación de algunos de ellos. El papa Gregorio IX lo nombró Cardenal, pero, estando de camino a Roma, fallece en Cardona (Barcelona). Muchos milagros le fueron atribuidos a su intercesión, antes y después de su muerte.
La palabra clave del evangelio de hoy es VELEN. Hoy estamos sumergidos en un mundo de inseguridad que alarma a buena parte de los ciudadanos. Las guerras, el terrorismo, el azote de la inseguridad, miedo a la migración haitiana, la pandemia, el peligro de la delincuencia, el desbordamiento de los fenómenos naturales, la tecnología que nos domina, la crisis económica, falta de honestidad a todos los niveles, entre muchas otras cosas, Estas son algunas de las situaciones que amenazan nuestra paz interior. Por ello, tomamos medidas cada vez más radicales: puertas de seguridad, cámaras, candados, llaves, alarmas, policías, armas, etc.
Ciertamente, los peligros de todo tipo amenazan nuestras vidas y la de los nuestros, pero es mucho más importante la certeza de que nuestra vida está resguardada del grave peligro de una infelicidad eterna, de un sin sentido que nos mata. Lo repetimos una y otra vez: En este mundo estamos de paso, por ello, la seguridad de poder descansar eternamente en los brazos de Dios, es la tarea que con más interés debemos cuidar. Si cuidamos tanto nuestro entorno, nuestros bienes materiales, cuánto más nuestra vida espiritual.
Jesús nos revela, claramente, que si supiéramos cuándo vendría el ladrón a robarnos, no lo permitiríamos; pero si no estamos en vela, en cualquier momento nos puede pasar. Hoy muchas personas caminan por las calles enajenados mirando las pantallas de los celulares, muchos accidentes ocurren por distracciones ante el volante, las mesas familiares pierden su cercanía, estando juntos sentados, pero cada uno en lo suyo, como decimos. Debemos velar por nuestras familias, porque se nos va la vida y no valoramos lo más importante de ella. Velemos, no dejemos de oír la voz de Cristo.Oración: Vela, Señor, sobre nuestros pensamientos y acciones, para que, trabajando en tu Iglesia con la gracia de tu espíritu, seamos portadores de la luz de Cristo, cuidando el depósito de la fe. Amén
(Guía Litúrgica)
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