Domingo, 30 de junio del 2023
I Semana del Salterio. DÍA DE LOS PADRES
- Primera lectura: 1Re 3,5.7-12: Te doy la sabiduría y el discernimiento…
- Salmo Responsorial: 118: El Señor es mi herencia; he resuelto guardar tus palabras.
- Segunda lectura: Rom 8,28-30: Dios dispone todas las cosas para nuestro bien.
- Evangelio: Mt 13,44-52: Lleno de alegría vendió todo lo que tenía para comprar ese terreno.
Color: VERDE
“Los bienes materiales se agotan, en cambio, los bienes espirituales permanecen”
Sean nuestras primeras palabras de hoy para felicitar a todos los papás dominicanos por la celebración en nuestro país del “DÍA DE LOS PADRES”. ¡Qué Dios derrame sobre ellos abundantes bendiciones, traducidas en SABIDURÍA e INTELIGENCIA, para que sean ejemplo de HONESTIDAD en sus hijos!
Sabemos que el rey Salomón pasó a la historia universal, entre otras cosas, por haber pedido sabiduría para gobernar a su pueblo con un corazón dócil ante la petición de Dios, que le dijo: «pídeme lo que quieras». A Dios le gustó que el joven rey pidiera, no riquezas ni poder ni victorias contra los enemigos y larga vida para sí, sino que haya pedido discernimiento. Y se lo concedió, a la vez que también le regaló muchas más cosas que él no había pedido y que hicieron de él rey con el corazón más sabio e inteligente que haya existido y existirá jamás.
Un corazón bueno e inteligente es un tesoro mayor y nos acerca al Reino de Dios más que las muchas riquezas y el poder. La felicidad interior y la paz del alma nos vienen más por la santidad y la justicia, que por los bienes materiales.
La segunda lectura nos dice que estamos predestinados a ser hijos en el Hijo. Son palabras que dan sentido a nuestra vida y la llenan de confianza y esperanza. Como dice Pablo, «sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para bien». Esto debería cambiar nuestra autoestima, nuestra mirada al futuro y nuestra relación con los demás, que también son amados de Dios y hermanos nuestros en Cristo Jesús.
Terminamos hoy las lecturas de las parábolas del Reino que hemos venido escuchando estos últimos domingos. Las tres parábolas de hoy intentan responder a dos preguntas fundamentales: ¿Vale la pena seguir a Jesús? y la otra pregunta: ¿Qué pasará con aquellos que no aceptan el Reino? La primera pregunta encuentra su respuesta en las parábolas del tesoro escondido y la perla preciosa. Es evidente que sí vale la pena luchar por el Reino. Jesús es nuestro mayor tesoro y debemos estar dispuestos a todo con tal de mantenernos junto Él. El cristiano debe optar por los valores del Reino que son los que nos dan felicidad y plenitud. Los bienes materiales se agotan, en cambio, los bienes espirituales permanecen por siempre.
¿Qué pasará con los que no aceptan la propuesta del Reino? La parábola de la red nos da la clave. Los peces buenos los meten en el cesto, y a los malos, los tiran. A aquellos que no viven de acuerdo a los valores del Evangelio, serán echados fuera. En cambio, aquellos que dan de comer al hambriento, que visten al desnudo, que dan de beber al sediento… Ésos heredarán el Reino de los Cielos.
Finalmente, las parábolas nos enseñan que es el cristiano, con su actitud, quien revela a los demás el valor supremo del Reino. Si no se llena de alegría al descubrirlo, si no renuncia a todo por conseguirlo, no hará perceptible su valor. En resumen, cuando te pregunten si ser cristiano vale la pena, no sueltes un discurso; demuéstralo con tu actitud; sirviendo a los demás con alegría, valorando más el “ser” que el “tener”.
(Guía mensual)
Si deseas recibir en tu móvil por WhatsApp, une a este grupo: https://chat.whatsapp.com/KUofplJqn9v4YmiOuRpJF0
Lecturas Homilías Moniciones Oración de la noche
Anote este número. 829 694 1948 y este correo-e: aire96fm@gmail.com y escríbanos para mantenerse informado de las novedades y actualizaciones de esta página ¿Le gustaría recibir nuestro boletín semanal por correo electrónico? Suscríbete entrando aquí. Queremos orar contigo, llena el siguiente formulario y estaremos orando por ti y tus necesidades. Dios es quien hace la obra, nosotros te acompañamos clamando por ti: AQUÍ.