Domingo, 24 de marzo del 2024
- Procesión: Mc 11,1-11: Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David. ¡Hosanna en el cielo!
- Primera lectura: Is 50,4-7: El Señor me ha dado labios persuasivos.
- Salmo Responsorial: 21: Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?
- Segunda lectura: Filp 2,6-11: Se anonadó a sí mismo y tomó la condición de esclavo.
- Evangelio: Mc 14,1-15,47: Realmente este hombre era hijo de Dios.
Color: ROJO. II Semana del Salterio
“Conocerán la verdad y la verdad te harás libre”
Por Félix Rodríguez
Saludos mis estimados hermanos, me da mucha alegría poder comunicarme con ustedes, vía este programa, reflexionando la palabra.
En esta edición especial, quiero elevar una plegaria a nuestro redentor por toda la humanidad, y muy especial orar por la situación que se está viviendo en nuestro hermano pueblo de Haití.
Queridos hermanos, con la imposición de la ceniza en nuestra frente, el pasado miércoles 14 de febrero, dimos inicio a este tiempo de oración, penitencia, ayuno y misericordia.
Con la bendición de los Ramos, recordamos la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y damos inicio a la celebración anual de los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección, de nuestro señor Jesucristo.
La liturgia de la palabra que ha sido proclamada, nos de los dones y la gracia que Dios padre creador ha puesto en ti. Te has dado lengua de iniciado, para que lleve una palabra de aliento, enfocada en la gracia recibida en el bautismo, donde te dijo, abre tu oído a la palabra que te guía a la verdad. Conocerán la verdad y la verdad te harás libre.
Hay un hecho que ocurrió, en el que, por nosotros, por la desobediencia, no hemos permanecido en su verdad, caímos en el pecado, y para redimirnos, asume el camino de la cruz y se somete a la muerte de cruz, para devolvernos esa gracia perdida.
Ahora debemos preguntarnos, en medio de nuestra realidad, como cristiano, como hombre y mujer, como joven de fe. ¿Soy yo merecedor del premio que Jesús ha puesto en mis manos, luego de yo haberlo vendido, traicionado y negado?
Meditemos en nuestro interior en esta Semana Santa, y pidamos la misericordia de ese Dios que se entregó por nosotros, para que yo pueda celebrar en mi corazón la gracia que he perdido por mi pecado, y renovar mis compromisos como bautizado, dando cabida y seguimiento a la palabra que es la verdad y la vida. Amen.
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