Ultreya con Mons. Freddy Breton
Por Leonor María Asilis Elmudesi
El miércoles 1 de marzo se celebró en Casa San Pablo la Ultreya » Una señal para nuestro tiempo», teniendo como orador invitado a S.E.R Monseñor Freddy Breton.
Está actividad mensual del Movimiento de Cursillos de Cristiandad inicio con la solemne Eucaristía la cual estuvo presidida por el mismo orador invitado (Monseñor Breton) y acompañado por S.E.R. Monseñor Amable Duran, sacerdotes y diáconos, cuya parroquia fue la madrina en este mes fue Santa cruz de Milla Mella de la Vicaria Norte.
Una vez finalizada la santa misa, la Ultreya fue iniciada con las palabras de bienvenida de Maria Isabel Lebrón quien invito al auditorio a los nuevos cursillistas del #898 para recibirlos con un fuerte abrazo, luego dio a conocer las actividades del movimiento las cuales recordó a los presentes que estas actividades e invitaciones son abiertas y gratuitas.
Estas son:
La Escuela de Formación se imparte los lunes en Casa San Pablo de 7:00 pm a 9:00 pm.
La invitación a sintonizar el Programa Radial del MCC De Colores que se transmite a las 7:00 pm por Vida FM en el dial 105.3 FM.
También la animación a integrarnos al Club de lectura vía Zoom cuyas reuniones virtuales son los lunes, con dos tandas:
la primera, a las 6 de la tarde y la segunda, a las 7 de la noche.
El WhatsApp para formar parte es del 809 -383-3587.
La Librería De Colores está siempre abierta de lunes a viernes de 9:00 am a 6:00 pm y los sábados de 9:00 am a 12:00 del mediodía.
Por ultimo dio la gran noticia de la proximidad de la gran actividad eclesial de la Arquidiócesis y que auspicia el MCC y en este año 2023 en su XXXI versión, la Feria del Libro Católico a celebrarse del 15 al 23 abril.
Se recuerda que esta Ultreya como muchas actividades del MCC se puede seguir por el canal de YouTube del Movimiento.
A continuación, algunas notas que mas tarde desarrollare de la importante charla.
En una motivadora reflexión, Monseñor Freddy Breton nos hizo entender la importancia que tiene a los seguidores de Cristo el hacer de nuestras propias vidas señales para los demás.
En un gráfico paralelismo explico como las señales son sumamente convenientes para los caminantes, y como estas en nuestras calles y carreteras, nos ahorran sinsabores, consumo de combustible y hasta posibles tragedias.
Hizo referencia al gran bien que recibimos cuando en nuestro camino por la vida encontramos señales claras para poder conducirnos con el menor número de tropiezos.
Así pues, se refirió cuando en nuestras vías, resaltan las señales que suelen estar iluminadas, por lo general, de material reflectivo para poder ser vistas a tiempo.
Y también en la sociedad se necesitan luces que ayuden a ver con claridad, oportunamente, los diferentes obstáculos, o los senderos que llevan a la debacle del precipicio.
En el Evangelio de Juan, Jesús es llamado «esa luz verdadera, que alumbra a todo ser humano» (Juan 1:9). A lo largo del Nuevo Testamento, los seguidores de Jesús están llamados a ser luz en las tinieblas. Entonces, ¿qué significa brillar? Significa:
Ser contracultural. Vivimos en un mundo oscuro, lleno de mentiras, odio y confusión. Pero la Palabra de Dios nos dice que «dejemos a un lado las obras de la oscuridad y nos pongamos la armadura de la luz» (Romanos 13:12). Mientras que otros persiguen los placeres físicos y la ganancia egoísta, se nos ordena vivir de una manera diferente: «revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no se preocupen por satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa» (Romanos 13:14).
Expresar nuestra postura. Jesús dijo: «Hagan brillar su luz delante de todos» (Mateo 5:16). Explicó que nadie enciende una lámpara solo para esconderla debajo de un cajón. Una lámpara está destinada a ser colocada sobre una repisa para dar luz a todo lo que la rodea.
Cuando Jesús dijo: «Hagan brillar su luz delante de todos», eso no fue todo lo que dijo en esa frase. Continuó dando la razón por la que es importante brillar: «para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo»(Mateo 5:16).
Nuestra meta nunca debe ser conseguir reconocimiento para nosotros mismos, sino darle en todo la gloria a Dios.
Hay una delgada línea entre ser una luz y montar un espectáculo para obtener atención. La diferencia está en la postura y actitud de nuestro corazón.
Seamos, mejor dicho, transmitamos La Luz de Cristo.
La sociedad de su tiempo, pidió al mismo Cristo una señal (Lucas 11, 29-32).
Seamos esa señal.
Seamos la luz de Cristo.
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