Alberto Linero
Miércoles, 21 de febrero de 2024
Señor mío y Dios mío, te alabo, te bendigo y te doy gracias porque siempre estás aquí conmigo cuando inicio el día.
Tú eres compasivo y misericordioso.
Te doy gracias, Señor, porque cuidas de mí con un amor incondicional que no espera nada a cambio, sino que fluye abundantemente en mi corazón, brindándome tranquilidad.
Te bendigo porque tu palabra tiene el poder de levantarme de cualquier caída, por eso la escucho con atención, para que encuentre caminos de bendición.
Tu palabra anima mi corazón, la escucho en mi interior y me levanto con su poder cada vez que caigo frente a situaciones difíciles que superan mis fuerzas.
Dios mío, Tú me impulsas a seguir adelante con la convicción (de) que todo puede ser mejor cada día si me abro a enfrentar las situaciones incómodas que no me permiten ser feliz.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…
¡En la Voluntad de Dios siempre!
JESÚS TOMA MI VOLUNTAD, Y DAME LA TUYA✍
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