Alberto Linero
Martes, 9 de julio de 2024
Señor mío y Dios mío, aquí estoy para agradecerte todas las bendiciones de esta jornada.
Agradezco todas las manifestaciones de afecto que recibí, todas las oportunidades que me ofrecieron, todos los momentos de gozo y plenitud que aproveché y también todas las dificultades que pusieron a pruebas mis capacidades y habilidades.
En estas experiencias pude percibir el gran amor que tienes para mí como las ayudas para realizar mis proyectos y sueños.
Gracias por hacerme sentir que estoy perdonado y firme para no volver a fallar en lo mismo.
Eso me hace vivir confiado en tu poder.
Al terminar la noche vuelvo a decir con el salmista: «Señor, abre mis labios, y con mis labios te cantaré alabanzas» (Sal 50,17).
Dame la paz en el corazón para dormir tranquilamente y recuperar todas las fuerzas gastadas hoy.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…
¡En la Voluntad de Dios siempre!
JESÚS TOMA MI VOLUNTAD, Y DAME LA TUYA✍.
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