Alberto Linero
Domingo, 31 de marzo de 2024
Señor mío y Dios mío, alabado seas porque eres un Dios lleno de bondad y amor.
Padre Santo, Tú nos creaste para que pudiéramos darte gloria y alabanza, establecer relaciones sanas en las que pudiéramos perdonarnos y reconciliarnos.
Por eso, Señor, no contemplo este día con resentimiento por lo que no logré o no tuve, sino que te agradezco, incluso en las dificultades he aprendido.
Tampoco quiero guardar rencor por los que me han ofendido, los perdono, así como Tú lo haces conmigo, con el mismo amor que he recibido de Ti.
Hoy no me detengo en los fracasos ni lamento lo que pudo ser y no fue, sino que me quedo con la experiencia de esos acontecimientos, para impulsarme a no repetir los mismos errores que podrían quitarme la posibilidad de ser feliz.
Mi vida está en tus manos, bendito Dios, haz conmigo lo que Tú quieras, porque en todo te doy gracias.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…
¡En la Voluntad de Dios siempre!
JESÚS TOMA MI VOLUNTAD, Y DAME LA TUYA✍
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