Especial de ADVIENTO

  • Primera lectura. Ap 11,4-12: “Aquí están dos testigos míos, estos son los dos olivos y las dos lámparas que están en la presencia del Señor de la tierra”.
  • Salmo responsorial. 143,1.2.9-10: «Bendito el Señor, mi Roca”.
  • Evangelio. Lc 19,45-48: “El pueblo entero estaba pendiente de sus labios”.

Color: VERDE/ROJO/BLANCO

Queridos hermanos en Cristo muy buenos días/tardes o noches.

El Evangelio de hoy nos habla sobre la discusión de los saduceos con Jesús acerca de la creencia en la resurrección.

Al hacerle una pregunta capciosa Jesús les explica que:

Después de la muerte no habrá bodas, todos seremos como ángeles en el cielo. Siempre encontraremos en nuestra vida gente que, como estos saduceos, no dejan pasar ocasión de enredar las cosas, preocupándose por tonterías que no nos hacen más que perder el tiempo. No debemos olvidar que Dios nos tiene destinados a la vida, no a la muerte. Por eso Jesús afirma que “Dios es un Dios de vivos, no de muertos”.

Estos dos profetas eran un tormento para los habitantes de la tierra.

Jesús explica que la condición de las personas después de la muerte será totalmente diferente de la condición actual.

El que preside: A Dios Padre, que nos propone fijarnos en los signos de los tiempos para reconocer la presencia y el actuar de Jesús en nuestras vidas y en la historia de la humanidad, dirijamos nuestra oración diciendo: “Dirige nuestras acciones, Señor”

1.- Por la Santa Madre Iglesia: para que el Señor la proteja y la perfeccione hasta el día en que vuelva como juez a la tierra. Roguemos al Señor.

2.- Por nuestros niños: para que lleguen a la madurez de la fe, los convertidos perseveren, los catecúmenos se hagan dignos del bautismo y los no creyentes busquen y encuentren la verdad. Roguemos al Señor.

3.- Por nuestro pueblo: para que sea regido con justicia y se respeten los derechos de todos sus ciudadanos. Roguemos al Señor.

4.- Por los difuntos, en especial por los que se ofrece esta Eucaristía: para que pronto puedan contemplar el rostro del Señor.  Roguemos al Señor.

5.- Por todos nosotros reunidos alrededor de la mesa: para que nos preparemos para el juicio final, permaneciendo fieles y dirigiendo a Dios nuestras acciones y nuestros deseos. Roguemos al Señor.

El que preside:  Te bendecimos, Padre bueno, porque siempre escuchas nuestras oraciones. Haz que no dudemos nunca de tu amor por nosotros.  Por Jesucristo, nuestro señor.  Amén.

Lervidiana Castro Hernández/lervidianacastrohernandez1976@gmail.com

“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”.

(San Alfonso María de Ligorio).

Lecturas: Solemnidad Jesucristo, Rey del Universo. Ciclo B

Moniciones: Solemnidad Jesucristo, Rey del Universo. Ciclo B

Homilía 1: Solemnidad Jesucristo, Rey del Universo. Ciclo B

Homilía 2: Solemnidad Jesucristo, Rey del Universo. Ciclo B

Homilía 3: Solemnidad Jesucristo, Rey del Universo. Ciclo B

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