Miércoles, 8 de octubre del 2025
Color: VERDE
- Primera Lectura. Jon 4,1-11: “Deseó Jonás morir, y dijo: «Más me vale morir que vivir”.
- Salmo Responsorial 85,3-4.5-6.9-10: “Tú, Señor, eres lento a la cólera, rico en piedad”.
- Evangelio. Lc 1, 26-38: “Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”.
“En un mundo que exige castigo, el cristiano ofrece perdón”
ENTRADA:
Apreciados hermanos en Cristo que nos une en su amor, muy buenos días tardes o noches.
En el Evangelio, los discípulos no piden una técnica, sino una relación: “Señor, enséñanos a orar. Jesús les da el Padre Nuestro, una oración que revela el corazón del Padre: confianza, humildad, perdón, dependencia.
La oración es el alma de la misión. El misionero ora para que venga el Reino, no para imponerlo. La oración nos configura con el corazón del Padre: paciente, justo, misericordioso.
Lectura del Profeta Jonás (4,1-11)
El misionero no lleva condena, sino compasión. Oró al Señor en estos términos.
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (11,1-4)
Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.
Oración Universal:
El que preside: Oremos al Señor, nuestro Dios. El hace justicia a los oprimidos.
- Para que la Iglesia sepa dar a sus bienes un destino pastoral y social. Roguemos al Señor.
- Para que los economistas, en la ejecución de sus planes, no pierdan nunca de vista el desarrollo integral de la persona. Roguemos al Señor.
- Para que los ricos de nuestras sociedades opulentas, refinadas, caigan en la cuenta de los pobres Lázaros que están a la puerta de sus banquetes, esperando sus migajas. Roguemos al Señor.
- Para que no se endurezca nuestro corazón y seamos sensibles a la llamada de Dios a través de los pobres de este mundo. Roguemos al Señor.
El que preside: ENSÉÑANOS, Señor, a ser misericordiosos, guardando el mandamiento de tu Hijo, sin mancha ni reproche y así alcancemos tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Gregoria Mejía Hilario/greymhilario@gmail.com
COMUNIÓN ESPIRITUAL
“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”
(San Alfonso María de Ligorio).
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Moniciones: XXVII Semana Tiempo Ordinario. 8 de octubre del 2025
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hi
Deseo leer laso moniciones porque me hace entender mejor las lecturas gracias
Puedo recibir diaria mente la palabra diría?
Quisiera que me mandasen las moniciones de las lecturas del Domingo.
Interesante percatarse de lo que decís aquí: como la comodidad y las pequeñas seguridades pueden anestesiar el corazón olvidando las…