Miércoles, 18 de septiembre del 2024
Color: VERDE
- Primera Lectura. 1 Cor 12,31–13,13: “Ambicionen los carismas mejores”.
- Salmo Responsorial. 32, 2-3.4.12 y 22: “Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad”
- Evangelio. Lc 7,31-35: “Miren qué comilón y qué borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
“Dios no delegó en nadie el poder para juzgar”
Entrada:
Apreciados hermanos en Cristo Jesús que nos restaura y nos unifica en su amor, muy buenos día, tardes o noches.
Muchas veces somos dados a criticar por criticar, aun cuando un hecho parezca y sea bueno, sospechamos de la intención de quien realiza ese acto bueno. Debemos pensar bien antes de juzgar o criticar un hecho. En referencia a la persona, si no podemos hablar bien de ella, entonces es preferible callar antes que criticarla. Dios no delegó en nadie el poder de juzgar.
Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (12,31–13,13)
El mundo carece del amor que Jesús mostró a la humanidad, un amor sin límite, verdadero y puro, capaz de cruzar todos los limites sin importar las consecuencias.
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (7,31-35)
San Lucas al hacer el relato, no tiene reparos en referir las acusaciones que se dieron contra el Señor.
Oración Universal:
1.- Por cada comunidad cristiana –familiar, parroquial, religiosa-: para que esté animada por la presencia de hombres de caridad, buscadores apasionados de Dios y testimonio del mejor camino para encontrarlo. Roguemos al Señor.
2.- Por el presbítero diocesano reunido en torno a nuestro obispo N., para que, dando testimonio de una fraternidad ejemplar, sea himno vivo a la caridad y difunda sus notas en nuestra Iglesia particular. Roguemos al Señor.
3.- Por los pueblos heridos por la violencia, la injusticia, la persecución, para que, guardando la esperanza del bien, no se dejen contagiar por la lógica del mal. Roguemos al Señor.
4.- Por nosotros, convocados a esta celebración eucarística, para que la sabiduría del Evangelio haga mella y nuestro corazón, liberándolo de La indiferencia frente al mensaje de Jesús y del rechazo a todo esfuerzo acético. Roguemos al Señor.
Gregoria Mejía Hilario/greymhilario@gmail.com
COMUNIÓN ESPIRITUAL
“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”.
(San Alfonso María de Ligorio).
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Lecturas: XXV Domingo. Tiempo Ordinario. Ciclo B
Moniciones: XXV Domingo. Tiempo Ordinario. Ciclo B
Homilía 1: XXV Domingo. Tiempo Ordinario. Ciclo B
Homilía 2: XXV Domingo. Tiempo Ordinario. Ciclo B
Los accidentes de tránsito y el impacto en la familia
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