Viernes, 19 de julio del 2024
Moniciones: XVI Domingo. Tiempo Ordinario. Ciclo B
Color: VERDE
- Primera Lectura. 38,1-6.21-22.7-8: “Haz testamento, porque vas a morir sin remedio y no vivirás”.
- Salmo Responsorial. Is 38,10.11.12abcd.16: “Tú, Señor, detuviste mi alma ante la tumba vacía”.
- Evangelio. Mt 12, 1-8: “Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado”.
“Quiero misericordia, y no sacrificio”
ENTRADA:
Saludos queridos hermanos en Cristo.
En el Evangelio según San Mateo, Jesús nos presenta una enseñanza profunda y reveladora: «Quiero misericordia, y no sacrificio». Este mensaje nos invita a reflexionar sobre la esencia de nuestra fe y práctica religiosa.
Este llamado a la misericordia se conecta profundamente con la experiencia de Ezequías en el libro de Isaías.
Lectura del Profeta Isaías (38, 1-6.21-22.7-8)
La enseñanza de Jesús y la historia de Ezequías nos desafían a examinar nuestras propias vidas.
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo (12, 1-8)
Hoy, estamos invitados a vivir según el principio de la misericordia que Jesús nos enseñó.
Oración Universal:
Presidente: Al Señor, que en su misericordia sacia nuestra sed de vida, dirijamos nuestras oraciones: “Concédenos tu vida señor”.
1.- Por la Iglesia: que, libre de toda forma de legalismo y de hipocresía, sea para todos los hombres signo de la verdadera misericordia de Dios. Roguemos al Señor.
2.- Por los jueces y los abogados, por los que deben administrar la justicia, para que no se dejen condicionar por intereses que no sean la justicia y la verdad, que nunca condenen hombres inocentes y que no excluyan de su juicio la verdadera misericordia. Roguemos al Señor.
3.- Por todos los encarcelados, para que el verdadero arrepentimiento por el mal que han cometido puedan descubrir la acción consoladora y vivificante de la misericordia de Dios que quiere la salvación de todos los hombres. Roguemos al Señor.
4.- Por nosotros aquí reunidos: que de nuestros ojos se aleje toda mirada que juzga, que desaparezca de nuestra lengua a toda palabra dicha para herir y que abunde en nosotros un espíritu misericordioso. Roguemos al Señor.
Presidente: Dios de la vida y de la libertad, haznos capaces de acoger tu Palabra, para que también a través de nosotros se difunda en toda la tierra la alegría de la cual tú eres la fuente. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro señor. Amén.
Lervidiana Castro Hernández/lervidianacastrohernandez1976@gmail.com
COMUNIÓN ESPIRITUAL
“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”.
(San Alfonso María de Ligorio).
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