Lunes, 8 de julio del 2024
Color: VERDE
- Primera Lectura. Os 2, 14-16.19-20: “Me casaré contigo en matrimonio perpetuo, me casaré contigo en derecho y justicia”.
- Salmo Responsorial. 144. 2-3.4-5.6-7.8-9: “El Señor es clemente y misericordioso”.
- Evangelio. Mt 9, 18-26: “¡Ánimo, hija! Tu fe te ha curado”.
“Dios nos busca incansablemente, ofreciendo perdón y misericordia”
ENTRADA:
Amados hermanos en Cristo que es nuestra esperanza, muy buenos días.
La certeza de la persona del evangelio que si Jesús pone sus manos sobre su hija, ella vivirá, pone de manifiesto que Él es digno de fe, que vale la pena ponerse en sus manos, qué se puede confiar en el poder de sus manos porque manifiestan felicidad.
Primera lectura de la profecía de Oseas (2, 14-16.19-20)
La primera lectura, del profeta Oseas se centra en el amor eterno que Dios desea compartir con nosotros.
Evangelio según San Mateo (9, 18-26)
Mi hija acaba de morir, pero ven tú y verás. Afirmando que su fe ha sido la clave de su curación.
Oración Universal:
Presidente: Dirijámonos juntos al Señor misericordioso, diciendo: “En tu gran amor, oh Dios, escucha nuestras súplicas”.
1.- Por el Santo Padre: que permanezca siempre firme en la fe infundiendo coraje y esperanza en Aquel que tiene el poder de resucitar a los muertos. Roguemos al Señor.
2.- Por las parejas de separados y divorciados, y por las que han vivido la infidelidad: que puedan confiar con esperanza y amor en la misericordia y fidelidad de Dios, capaz de reconstruir lo que el pecado ha destruido. Roguemos al Señor.
3.- Por todos los que viven en la esclavitud del pecado: que mediante la gracia divina puedan encontrarse frente al Esposo en la libertad y en la benevolencia. Roguemos al Señor.
4.- Por los que ridiculizan a Cristo en el prójimo: para que, después de un verdadero arrepentimiento, experimenten la fuerza de la misericordia del Padre celestial. Roguemos al Señor.
Presidente: Oh, Dios, acoge nuestras oraciones: que puedan ser escuchadas por tu clemencia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Gregoria Mejía Hilario/greymhilario@gmail.com
COMUNIÓN ESPIRITUAL
“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”.
(San Alfonso María de Ligorio).
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“JESÚS ENTRÓ A SU PUEBLO”
LA TECNOLOGIA NO LLENA LOS VACÍOS EXISCIALES
“JESÚS MAESTRO”
Recuperar el valor de la familia
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