Moniciones: Solemnidad: Santísima Trinidad. Ciclo B

Color: VERDE

  • Primera Lectura. Stgo 5, 9-12: “Porque el Señor es compasivo y misericordioso”.
  • Salmo Responsorial102, 1-2.3-4.8-9.11-12: “El Señor es compasivo y misericordioso”.
  • Evangelio. Mc 10, 1-12: “abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne”.

En el amor misericordioso de Dios Padre, muy buenos días/tardes o noches.

Hoy vemos y oímos que los fariseos aparecieron nuevamente en la escena con las mismas intenciones de siempre: buscar cómo atrapar al Señor en sus palabras con el fin de crearle problemas.

La importancia del matrimonio como fundamento de la sociedad está fuera de toda duda. La historia confirma de manera notable que cuanto más se acercan las leyes de un país a lo que la Biblia enseña sobre el matrimonio, todas las estructuras sociales funcionan mejor y la moralidad es más elevada.

Esta lectura nos invita a ser como Job, este nunca perdió la paciencia a pesar de perder todo lo que tenía.

La palabra nos mueve a trabajar por la unidad de las familias, por la fidelidad de los esposos, por el respeto al vínculo creado entre hombre y mujer y prestemos nuestra ayuda a las parejas con dificultades en su relación matrimonial.

El que preside: Al Señor, rico en misericordia con quien vive con coherencia su fe, digamos. “Grande es tu amor, Señor”.

1.- Por la comunidad eclesial.  Que sea lugar de comunión y de perdón, casa acogedora donde el que busca a Dios con sincera humildad pueda encontrar su abrazo misericordioso. Roguemos al Señor.

2.- Por los que hace poco han celebrado el sacramento del matrimonio.  Que sean una sola carne en la alegría y en las dificultades, recibiendo de las manos del Señor cada uno de sus días y confiándole a Él la custodia de su amor recíproco. Roguemos al Señor.

3.- Por nuestra sociedad.  Para que en nuestras familias, en las comunidades, en los lugares de trabajo, no haya reclamos, juicios precipitados y relaciones ambiguas, sino que reinen la paciencia, la verdad y la caridad. Roguemos al Señor.

4.- Por los que están viviendo un período de prueba y sufrimiento.  Que la certeza (de) que Dios no permite pruebas que, confiando en Él, no se puedan soportar, los sostenga y les dé paz. Roguemos al Señor.

El que preside: Escucha, Señor, nuestra oración y haz que, confiando en tu misericordia, nuestra fe lleve al mundo tu amor.  Tú que vives y amas Por los siglos de los siglos.  Amén.

Lervidiana Castro Hernández/lervidianacastrohernandez1976@gmail.com

“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”.

(San Alfonso María de Ligorio).

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