Lunes, 1 de abril del 2024
Color: BLANCO
- Primera Lectura. Hch 2, 14.22-33: “Pero Dios lo resucitó, librándolo de los dolores de la muerte”.
- Salmo Responsorial: 15, 1-2a. 5.7-8. 9-10.11: “Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti”.
- Evangelio. Mt 28, 8-15: “No tengan miedo: vayan a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán”.
“No seremos abandonados en el lugar de los muertos”
ENTRADA:
Queridos hermanos en la presencia Santa de nuestro señor Jesucristo, felices Pascua de resurrección.
En el evangelio de hoy debemos destacar que un hecho tan trascendental para la vida de nosotros los cristianos es anunciada por dos mujeres.
En aquella época las mujeres se encargaban de los quehaceres del hogar y el hombre salía a producir para el sustento de la familia.
Definitivamente las mujeres siempre han tenido papeles protagónicos en la vida de nosotros los cristianos.
Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles 2, 14.22-33
Pedro les dice, que Jesús de Nazaret, varón, fue enviado ante ellos con milagros, prodigios y signos y que dentro del plan de Dios estaba la muerte de su Hijo clavándolo en una cruz, pero que al tercer día resucitaría.
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 28, 8-15
No tengan miedo: vayan a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán».
Oración Universal:
El que preside: Como las mujeres del Evangelio, acojamos con alegría el anuncio de la resurrección y pidamos al Señor: “Haznos testigos tuyos, Señor”.
1.- Por la Santa Iglesia, para que tenga cada vez más conciencia que es la comunidad pascual, generada por Cristo humillado en la cruz y glorificado en la resurrección. Roguemos al Señor.
2.- Por los gobernantes, para que no cierren los ojos ante la verdad por el deseo de poder, sino que busquen siempre el diálogo sincero. Roguemos al Señor.
3.- Por los que sufren, para que puedan sentirse visitados por Cristo resucitado, tocados por su amor y para que empiecen a esperar en la promesa de una vida nueva en Él. Roguemos al Señor.
4.- Por nuestros hermanos difuntos, para que Jesús, que ha llevado la humanidad a la diestra del Padre, los acoja en la morada de la luz, en la esperanza de la vida eterna. Roguemos al Señor.
El que preside: Padre de misericordia, que has querido entregarnos a tu Hijo por nuestra salvación, haz que acojamos tu Don de amor y llevemos como Redimidos el anuncio con nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Gregoria Mejía Hilario/greymhilario@gmail.com
COMUNIÓN ESPIRITUAL
“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”.
(San Alfonso María de Ligorio).
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