Mates, 27 de febrero del 2024
Color: MORADO. II Semana del Salterio
- Primera Lectura. Is 23, 1-12: “Lávense, purifíquense, aparten de mi vista sus malas acciones: cesen de obrar mal, aprendan a obrar bien, busquen la justicia”.
- Salmo Responsorial: 49, 8-9.16bc-17.21 y 23: “Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios”.
- Evangelio. Mt 23, 1-12:“El primero entre ustedes será su servidor”.
“Ayudándose uno a otro a llevar el peso de la misión y a dar testimonio”
Entrada:
Queridos hermanos en la presencia de nuestro señor Jesucristo, muy buenos días, tardes o noches.
Jesús, al denunciar la actitud de los fariseos, que buscan cubrirse bajo la apariencia de santidad e imponen normas a los demás, está advirtiendo a la comunidad cristiana que no se puede vivir la fe desde la hipocresía y la superficialidad. El que vive superficialmente su fe, no puede dar testimonio de la misma, porque la vive como una carga pesada que tiene que llevar, no se da el proceso de gratuidad que se genera cuando la fe se vive como gracia y como don.
Lectura del Profeta Isaías (1, 10.16-20)
El ámbito del Reino se construye como espacio donde la igualdad de dignidad despierta el mutuo interés, se da la corresponsabilidad y el deseo de caminar juntos, ayudándose uno a otro a llevar el peso de la misión y a dar testimonio.
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo (23, 1-12)
La forma de vivir como cristiano no es desde los títulos, los apellidos, los cargos, los bienes materiales, esto no son los que definen el estatus de una persona en la comunidad.
Oración Universal:
El que preside: La liturgia de hoy nos invita a reflexionar sobre lo que mueve las acciones que a diario constituyen nuestra vida. Con humildad dirijámonos a Dios diciendo: “Renueva nuestra vida, Señor”.
1.- Por la Iglesia: que se acerque a cada hombre compartiendo con compasión sus dificultades y escuchando con premurosa solicitud las preguntas que nacen de una sincera búsqueda de Dios. Roguemos al Señor.
2.- Por el Papa, los obispos, los sacerdotes, los diáconos y por todos los consagrados: que sean testigos coherentes del Evangelio y anuncien con una vida auténtica su adhesión a Cristo que se hizo siervo de todos. Roguemos al Señor.
3.- Por los gobernantes: que no se apropien de la responsabilidad que les ha sido confiada para obtener beneficios personales, sino que obren siempre al servicio de las naciones que les han sido confiadas. Roguemos al Señor.
4.- Por todos nosotros: que en una actitud de escucha y de docilidad a la acción del Espíritu, realicemos todas nuestras acciones, no buscando la estima y el honor, sino siguiendo con humildad al único Maestro, Jesucristo Señor nuestro. Roguemos al Señor.
El que preside Señor, Dios nuestro, enséñanos a no buscar la fama humana, sino a vivir nuestras relaciones en la comunidad cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Gregoria Mejía Hilario/greymhilario@gmail.com
COMUNIÓN ESPIRITUAL
“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”.
(San Alfonso María de Ligorio).
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