Memoria Obligatoria: Santa Catalina de Siena, Virgen y Doctora de la Iglesia
Lunes, 29 de abril del 2024
Color: BLANCO
- Primera Lectura. Hch 14, 5-18: “Levántate, ponte derecho”.
- Salmo Responsorial: 113 B, 1-2.3-4.15-16: “No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria”.
- Evangelio. Jn 14, 21-26: “El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama”.
“Escuchemos dócilmente la voz del Buen Pastor para que Él viva en nosotros”
Primera lectura: Hch 14, 5-18
Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles
En aquellos tiempos, al producirse en Iconio conatos de parte de los gentiles y de los judíos, a sabiendas de las autoridades, empezaron a moverse con intención de maltratar y apedrear a Pablo y a Bernabé; ellos se dieron cuenta de la situación y se escaparon a Licaonia, a las ciudades de Listra y Derbe y alrededores, donde predicaron el Evangelio.
Había en Listra un hombre lisiado y cojo de nacimiento, que nunca había podido andar y estaba siempre sentado. Escuchaba las palabras de Pablo, y Pablo, viendo que tenía una fe capaz de curarlo, le gritó, mirándolo: «Levántate, ponte derecho”. El hombre dio un salto y echó a andar. Al ver lo que Pablo había hecho, el gentío exclamó en la lengua de Licaonia: «Dioses en figura de hombres han bajado a visitarnos”. A Bernabé lo llamaban Zeus y a Pablo, Hermes, porque se encargaba de hablar. El sacerdote del templo de Zeus que estaba a la entrada de la ciudad trajo a las puertas toros adornados don guirnaldas y, con la gente, quería ofrecerles un sacrificio.
Al darse cuenta los apóstoles Bernabé y Pablo, se rasgaron el manto e irrumpieron por medio del gentío, gritando: «Hombres, ¿qué hacen? Nosotros somos mortales igual que ustedes; les predicamos el Evangelio, para que dejen los dioses falsos y se conviertan al Dios vivo que hizo el cielo, la tierra y el mar y todo lo que contienen. En el pasado, dejó que cada pueblo siguiera su camino; aunque siempre se dio a conocer por sus beneficios, mandando la lluvia y las cosechas a su tiempo, dándoles comida y alegría en abundancia”.
Con estas palabras disuadieron al gentío, aunque a duras penas, de que les ofrecieran sacrificio.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial: 113 B, 1-2.3-4.15-16
R/. No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria
No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria, por tu bondad, por tu lealtad. ¿Por qué han de decir las naciones: «Dónde está su Dios»? R/.
Nuestro Dios está en el cielo, lo que quiere lo hace. Sus ídolos, en cambio, son plata y oro, hechura de manos humanas. R/.
Benditos sean del Señor, que hizo el cielo y la tierra. El cielo pertenece al Señor, la tierra se la ha dado a los hombres. R/.
Evangelio: Jn 14, 21-26
Lectura del Santo Evangelio según San Juan
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me mostraré a él”.
Le dijo Judas, no el Iscariote: «Señor, ¿qué ha sucedido para que te muestres a nosotros y no al mundo?». Respondió Jesús y le dijo: «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que están oyendo no es mía sino del Padre que me envió.
Les he hablado de esto ahora que estoy a su lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien se lo enseñe todo y les vaya recordando todo lo que les he dicho».
Palabra del Señor
COMUNIÓN ESPIRITUAL
“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”.
(San Alfonso María de Ligorio).
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