Lunes, 5 de junio del 2023
Memoria Obligatoria: San Bonifacio, Obispo y Mártir
- Primera Lectura. Tob 1, 1a.2;2,1-9: “Vete a invitar a algunos hombres piadosos de nuestra tribu, para que coman con nosotros”.
- Salmo Responsorial. 111, 1-2.3-4.5-6: “Dichoso quien teme al Señor”.
- Evangelio. Mc 12, 1-12: “Este es el heredero. Venga, lo matamos, y será nuestra la herencia”.
Color: ROJO
“La “viña del Señor” es un terreno que demanda un trabajo intenso y honesto de cada persona”
Primera lectura: Tob 1, 1a.2;2,1-9
Lectura del Libro de Tobías
Tobías, ciudadano de la tribu de Neftalí, fue deportado en tiempo de Salmanasar, rey de Asiria; a pesar de vivir en el exilio, no abandonó el camino de la verdad.
El día de la fiesta del Señor, Tobías, que tenía preparada una buena comida en su casa, dijo a su hijo: «Vete a invitar a algunos hombres piadosos de nuestra tribu, para que coman con nosotros”. A poco de marchar, regresó diciendo que habían estrangulado a un israelita y lo habían tirado en la plaza. Pegó un salto, dejó la mesa sin probar bocado y fue a donde estaba el cadáver; lo recogió y a escondidas se lo llevó a casa, para enterrarlo sigilosamente a la caída del sol.
Una vez escondido el cadáver, se puso a comer, apenado y desazonado, recordando lo que había dicho el Señor por medio del profeta Amós: «Sus fiestas se convertirán en funerales y elegías». Una vez puesto el sol, se fue a enterrarlo.
Los vecinos le regañaban, diciéndole: «Por este motivo te condenaron una vez a muerte, y a duras penas te libraste de la ejecución, ¿cómo es posible que vuelvas a lo mismo?» Pero Tobías, que temía a Dios más que al rey, seguía recogiendo los cadáveres de los asesinados, los escondía en su casa y a medianoche los enterraba.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial: 111, 1-2.3-4.5-6
R/. Dichoso quien teme al Señor
Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos. Su linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será bendita. R/.
En su casa habrá riquezas y abundancia, su caridad es constante, sin falta. En las tinieblas brilla como una luz el que es justo, clemente y compasivo. R/.
Dichoso el que se apiada y presta, y administra rectamente sus asuntos. El justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo. R/.
Evangelio: Mc 12, 1-12
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos
En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los letrados y a los senadores: «Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje.
A su tiempo envió un criado a los labradores, para percibir su tanto del fruto de la viña. Ellos lo agarraron, lo apalearon y lo despidieron con las manos vacías. Les envió otro criado: a éste lo insultaron y lo descalabraron. Envió a otro y lo mataron; y a otros muchos, los apalearon o los mataron.
Le quedaba uno, su hijo querido. Y lo envió el último, pensando que a su hijo lo respetarían. Pero los labradores se dijeron: “Este es el heredero. Venga, lo matamos, y será nuestra la herencia.” Y agarrándolo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.
¿Qué hará el dueño de la viña? Acabará con los labradores y arrendará la viña a otros. ¿No han leído aquel texto: «La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente?»
Intentaron echarle mano, porque veían que la parábola iba por ellos; pero temieron a la gente, y se marcharon.
Palabra del Señor
10 cosas que debes saber sobre la solemnidad del Corpus Christi