- Primera lectura. Jon 3, 1-10: “Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predícale el mensaje que te digo”.
- Salmo Responsorial. 50, 3-4.12-13.18-19: Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias”.
- Evangelio Lc 11,29-32: “Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación”.
Color: MORADO
“Jesús dio su vida para salvar la nuestra”
Primera lectura: Jon 3, 1-10
Lectura del Profeta Jonás
Vino la palabra del Señor sobre Jonás: «Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predícale el mensaje que te digo». Se levantó Jonás y fue a Nínive, como mandó el Señor. Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla. Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día, proclamando: «¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!» Creyeron en Dios los ninivitas; proclamaron el ayuno y se vistieron de sayal, grandes y pequeños. Llegó el mensaje al rey de Nínive; se levantó del trono, dejó el manto, se vistió de sayal y se sentó en tierra y mandó a proclamar a Nínive en nombre suyo y del gobierno: «Que Hombres y animales, vacas y ovejas, no prueben bocado, que no pasten ni beban; vístanse de sayal hombres y animales; invoquen con ahínco a Dios, conviértase cada cual de su mala vida y de las injusticias cometidas. ¡Quién sabe si Dios se arrepentirá y nos dará respiro, si aplacará el incendio de su ira, y no pereceremos!» Y vio Dios sus obras y como se convertían de la mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que había amenazado a Nínive, y no la ejecutó.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial: 50, 3-4.12-13.18-19
R/. Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R/.
Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. R/.
Evangelio: Lc 11, 29-32
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».
Palabra del Señor