Color: MORADO
Citas:
- Primera lectura:Gen 2,7-9; 3,1-7: Se dieron cuenta (de) que estaban desnudos y se cubrieron.
- Salmo Responsorial: Sal 50,1-6.12-14: Reconozco mi culpa… crea en mí un corazón puro.
- Segunda lectura: Rm 5,12-19: Jesús nos abrió el camino para una nueva vida.
- Evangelio: Mt 4,1-11: Al Señor tu Dios adorarás y solo a él lo servirás.
“La Palabra de Dios de la Comunidad Eucarística nos dará las fuerzas para laborar cada mañana por el Pan que nos alimenta”
P. Manuel García: epam45@gmail.com
El Hijo Único de Dios, Jesucristo sufrió las 3 tentaciones en su misión salvadora. A ninguna de sucumbió. La Divinidad se enfrentó al mal. El desierto se convirtió en el campo de batalla de crisis y pruebas. El duro combate por la vida… la propia, la de los propios, y quienes nos rodean para que seamos Luz en medio de las tinieblas. Cuarenta días para ayuno, silencio y oración necesarios para enfrentar a la muerte, aniquilada luego en la Cruz de donde se encenderá la Llamara Eterna de la Pascua.
Dios se ha puesto en el mismo plano, en el terreno de todo hombre, en Jesús que ha hecho posible que nuestras caídas, desaciertos, límites, conflictos se conviertan en experiencias de aprendizaje, fortaleza, apoyo para cauterización de traumas y heridas profundas. ¡Transitemos el desierto con Jesús y con su Iglesia! Que nos conduzca la Luz del Espíritu Santo de los Sacramentos de la Salvación. No nos desesperemos más. Hay que buscar a tantos y a tantos que nos harán salir a camino. Asumamos que otros hacen las veces de espinas, piedras, animales voraces que querrán aplastar, incluso eliminar y usurpar… pero los dones que Dios nos ha reservado nadie nos los quitará.
Mejores y abundantes bendiciones nos depara su Divina Providencia. Corona Santa por las buenas obras que hacemos sin méritos de nuestra parte. El Malhechor quiere reinar en la hora difícil en que damos por sentado que ya no podemos más. En cambio, Jesucristo, Luz de Luz, Nacido de María Virgen, nos enseña a rezar en su nombre al Padre Celestial y a pedir por las necesidades de los que están en serios aprietos y piensan que ya no hay solución. Nunca, nunca, nunca caer en el juego de dialogar con el Diablo, mucho menos a llegar a acuerdos con él. A sus obras corruptas… dile: NO, ni lo escuches. Su trabajo sucio lo hace vestido delante de todos de Ángel de luz.
No compartas la mesa de los malvados y embusteros. El Maligno propone notoriedad y busca que creamos en la fama, que es la gran mentirosa, y al fracaso que es el gran impostor. La Iglesia, que si nos ama, que es nuestra Madre y Guía, en el Primer Domingo de Cuaresma de cada año nos enseña que las piedras no se convierten en Pan sin duro trabajo, sin ardua formación, sin capacitación y actualización, y nos advierte con voz de trompeta alertándonos del sucumbir a la tentación de negar la real del sufrimiento humano que es la factura a pagar por los años vividos. La Palabra de Dios de la Comunidad Eucarística nos dará las fuerzas para laborar cada mañana por el Pan que nos alimenta. No nos dejemos engañar. Nada queremos con Satanás. Desligarnos de toda complicidad con él como se hace en los escrutinios de participación en la Santa Confesión. Con Jesús Eucaristía, caminemos a la Montaña Santa, en compañía de San Pedro y los Santos Apóstoles del Credo de la Fe Católica, según la Santa Ley de los Mandamientos y la Luz del Fuego del Espíritu. El próximo Domingo, segundo de Cuaresma, celebraremos que el desierto desaparecerá, será alumbrado por la Luz de la Transfiguración del Señor, aquel día que Dios ha señalado.
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