• Primera lectura. 1Cro 15,3-4,15-16;16,1-2: “Ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión a Dios y, cuando David terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en nombre del Señor”.
  • Salmo responsorial. 26,1.2.3.4.5: “El Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado”.
  • Evangelio. Lc 11,27-28: “¡Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen!”.

Color: BLANCO

En la primera lectura de hoy el cronista nos relata el momento en que David, junto al pueblo, hace el traslado del arca de la alianza a la tienda que se le había preparado. Dios había dado instrucciones precisas sobre cómo debían hacerse las cosas; de entre todas las personas del pueblo, los levitas eran los mandados por Dios para servir perpetuamente en el templo y eran los encargados de mover el arca en caso que hubiera necesidad. Por eso el texto nos dice claramente: “Tal como lo había mandado Moisés por orden del Señor”. David mandó a los jefes de los levitas a organizar los cantores; aun cuando él podía encargarse de esa parte, quiso delegar esa organización. Del mismo modo debemos hacer nosotros también hoy cuando trabajamos en nuestras parroquias y comunidades, repartir las responsabilidades para que todos los miembros del pueblo de Dios que se congrega tengan una misión, una responsabilidad

En el Evangelio, que es una continuación de lo leído ayer, la Iglesia nos ofrece un relato hermoso y breve que podemos interpretar como una alusión de Jesús a la vida de la Virgen María, ya que deja en un segundo plano la dicha de haberlo llevado en el vientre a Él mismo y exalta la dicha de escuchar, y más aún, obedecer la Palabra de Dios. María es un modelo admirable y perfecto de lo que una persona debe hacer cuando recibe el llamado de Dios, cuando escucha la voz de Dios en su vida: aceptar y amar su voluntad, obedecer en alegría. María renunció a todo cuanto tenía para convertirse en sierva de Dios.

Convertirnos en siervos de Dios es una decisión que pudiera intimidar a cualquier persona. A veces, nos comportamos como si entregarnos a la voluntad de Dios fuera a hacernos infelices; esto no es más que un engaño a nuestro corazón. Dios dice en su Palabra que tiene cuidado para con los suyos. Ayer mismo nos lo recordaba y hoy el Salmo nos responde a esa inquietud: “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar?

Oremos a Dios para que nos muestre su amor cada día, para que confiemos más en Él, para que digamos como el salmista: “Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no tiembla; si me declaran la guerra, me siento tranquilo”.

(Guía Mensual)

Si deseas recibir en tu móvil por WhatsApp, únete a este grupo: https://chat.whatsapp.com/LpG5T2vq07kFMUGgU8WeUc

Para donaciones: https://www.paypal.me/padredomingovasquez

Lecturas: XXVIII Domingo.  Tiempo Ordinario. Ciclo B

Moniciones: XXVIII Domingo.  Tiempo Ordinario. Ciclo B

Homilía 1: XXVIII Domingo.  Tiempo Ordinario. Ciclo B

Homilía 2: XXVIII Domingo.  Tiempo Ordinario. Ciclo B

Homilía 3: XXVIII Domingo.  Tiempo Ordinario. Ciclo B

Lecturas      Homilías     Moniciones    Oración de la noche

Anote este número. 829 694 1948 y este correo-e: aire96fm@gmail.com y escríbanos para mantenerse informado de las novedades y actualizaciones de esta página  ¿Le gustaría recibir nuestro boletín semanal por correo electrónico?

Suscríbete entrando aquí. Queremos orar contigo, llena el siguiente formulario y estaremos orando por ti y tus necesidades. Dios es quien hace la obra, nosotros te acompañamos clamando por ti: AQUÍ.

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA XCVIII JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2024

ORACIÓN Y MISIÓN PARA ENCONTRARNOS CON DIOS

Luz Amandi: joven estudiante galardonada por el presidente Abinader

Alejandro Geraldini: Primer Obispo Residente de Santo Domingo y Defensor de un Nuevo Mundo

Escuche aquí el Evangelio para HOY