(Memoria Obligatoria: San Jerónimo, Presbítero y Doctor de la Iglesia)
Sábado, 30 de septiembre del 2023
Color: BLANCO
- Primera Lectura. Zac 2, 5-9.14-15a: “Alégrate y goza, hija de Sión, que yo vengo a habitar dentro de ti”.
- Salmo Responsorial. Jr 31, 10.11-12ab.13 : “El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño”.
- Evangelio. Lc 9, 43B-45: “Métanse bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres”.
“Desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo y a su Iglesia”
San Jerónimo a diferencia de casi todos los Padres de la Iglesia tomó la decisión, por su temperamento colérico y explosivo, de apartarse al desierto por última y definitiva vez. Los demás Padres del siglo de oro de la Iglesia (IV Y V) fueron perseguidos, desterrados e incluso muchos como el Crisóstomo que celebramos el pasado 13 de septiembre murió entre vejámenes, maltratos, atropellos y humillaciones.
Dicen que los locos solo son locos para lo que ellos quieren. Fue el caso del Doctor de la Iglesia de las Sagradas Escrituras que buscó, buscó y buscó por todas partes y no encontraba satisfacción en su ministerio sacerdotal, ni en la poderosa capital de Constantinopla donde conoció a San Gregorio Nacianceno, enamorado de Cristo y de su Espíritu, ni en Roma donde sirvió y aspiró al servicio del Papa San Dámaso I a quien debemos la aprobación Conciliar del Dogma del Espíritu Santo y la Vulgata con que anunciamos las Sagradas Escrituras realizada por el mismo Jerónimo.
Este Presbítero tan letrado en todas las ciencias de su época, especializado en las Sagradas Escrituras había perdido su norte. Aspiraba a sustituir al poderoso Papa a quien sirvió fielmente. Y a la vez estaba harto de enseñar y enseñar, y a la aristocracia romana de entonces no le interesaba para nada conversión de vida cristiana radical ni conocimiento teológico de las Sagradas Escrituras a la luz del Magisterio de la Iglesia. Solo les interesaba la búsqueda de favores con el cumplimiento religioso en ratos libres.
Por estas causas rompe con todo Jerónimo de Estridon y muere como un simple Presbitero. Si unas cuantas señoras se consagraron de lleno con su guía, convirtiéndose San Jerónimo en uno de los Padres del Monacato. ¡Mayor gloria no pudo concedérsele para salvación de su alma y, para la paz y el sosiego de os fieles de todas partes del orbe cristiano de aquel entonces ante el avasallante escriturista! !Vaya que era rebucero y polemista San Jerónimo! Gracias a sus estudios, espiritualidad ascética y su actividad de polemista teológico y su entrega al máximo a la iglesia, se ha reafirmado el Dogma de la Perpetua Virginidad de María Santísima, la Madre De Emmanuel, de Cristo, Dios y Hombre verdadero, Nuestra Eucaristía. Nuestra versión católica de San Mateo: La Virgen concebirá y dará a luz un niño… Emmanuel, es de San Jerónimo como clave de lectura global de toda Biblia, y por tanto tendiente a la Comunión Eucarística. No así otras versiones evangélicas que niegan a María Siempre Virgen. ¡Bendito Sábado de la Madre Nuestra, y por tanto de la Santa Madre Iglesia Católica! No celebrar a María en Sábado es negar que la Iglesia sea nuestra Madre y Maestra, Sacramentado Universal de Salvación para todo el género humano tal como indica el Concilio Vaticano II en toda la Constitución Dogmática Lumen Gentium. Porque desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo y a su Iglesia, Cuerpo Místico, dada a luz por María cómo Don de Cristo Crucificado en el Calvario glorioso de la fe.
En Jesús, José y María
Evangelizar según el Magisterio de la Iglesia
P. Manuel García: epam45@gmail.com
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