Domingo, 31 de agosto del 2025. II Semana
- Primera lectura: Eclo 3,19-21.30-31: Cuanto más grande seas, más debes humillarte.
- Salmo Responsorial: 67: Los justos se alegran, gozan en la presencia de Dios.
- Segunda lectura: Heb 12,18-19.22-24: Ustedes vinieron la Jerusalén celestial.
- Evangelio: Lc 14,1.7-14: El que se enaltece será humillado....
Color: VERDE
“Poner a los demás en primer lugar”
Este último domingo del mes, las lecturas nos guían a vivir y testimoniar nuestra fe, teniendo en cuenta el Jubileo de la Esperanza. Las lecturas de este domingo hablan de humildad y nos ayudan a pensar en el orden de las cosas en el Reino de Dios.
La Primera Lectura nos aconseja ser mansos, humildes y atentos, advirtiendo contra el orgullo. Dios es la fuente de la fortaleza y bondad que podamos tener. Comportándonos humildemente encontraremos el favor del Señor, que es lo único que finalmente importa.
El salmista canta sobre el cuidado de Dios por los marginados, regocijándose por la generosidad de Dios hacia su pueblo, brindándoles nueva vida. El autor de la Segunda Lectura solicita a los hebreos, y a nosotros, a permanecer fieles.
En el Evangelio, Jesús nos enseña cómo vivir según su visión de una nueva sociedad. Todos están invitados y bienvenidos por igual, porque compartimos una humanidad común. Al cuidar y poner a los demás en primer lugar.
Jesús, como mediador, ha instituido un nuevo pacto para sus seguidores, y cada uno de nosotros puede celebrar su identidad como hijo de Dios y «ciudadano del cielo». No hay que tener miedo: no estamos solos sino que somos parte de la familia de Dios. Alegrémonos y, como el salmista, cantemos nuestras alabanzas al Señor por su generosidad.
El cristiano se alegra del progreso de otros porque sabe que también le da gloria a Dios. Debe también respetar los liderazgos ya que son necesarios para el bien común. Al mismo tiempo debemos respetar la dignidad que posee cada ser humano y atender a los más necesitados. Es bueno conocer los talentos que el Señor nos ha dado para hacerlos rendir al máximo para su gloria.
Crecemos en humildad cuando reconocemos nuestra nada y contemplamos la grandeza de Dios. Cuando recibimos las humillaciones como un don de Dios. Cuando rectificamos los errores en vez de justificarnos. Cuidemos de no aparentar la humildad como los fariseos aparentaban el ayuno. La humildad fortalece a las otras virtudes y nos hace capaces de escuchar la guía del Buen Pastor. Que seamos atentos y amables en todo lo que digamos y hagamos esta semana, respondiendo siempre al llamado del Señor y Salvador.
(Guía Mensual)
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Homilía: XXIX Semana Tiempo Ordinario. 20 de octubre del 2025
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hi
Deseo leer laso moniciones porque me hace entender mejor las lecturas gracias
Puedo recibir diaria mente la palabra diría?
Quisiera que me mandasen las moniciones de las lecturas del Domingo.
Interesante percatarse de lo que decís aquí: como la comodidad y las pequeñas seguridades pueden anestesiar el corazón olvidando las…