Memoria Libre: San Pio V, Papa
Martes, 30 de abril del 2024
Color: BLANCO
- Primera Lectura. Hch 14, 19-28: “En cada Iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los encomendaban al Señor, en quien habían creído”.
- Salmo Responsorial: 144,10-11.12-13ab.21: “Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado”.
- Evangelio. Jn 14, 27-31a:“La paz les dejo, mi paz les doy; no se la doy yo como la da el mundo”.
“La fe no es un camino solitario, sino un viaje compartido”
Hoy, en la primera lectura, presenciamos la valentía de Pablo y Bernabé mientras llevan el mensaje de Cristo a lugares desconocidos. Aunque enfrentan persecuciones y desafíos, su fe inquebrantable les guía a seguir adelante. La comunidad de creyentes se encontraba en medio de una travesía llena de desafíos y adversidades. Los apóstoles, liderados por Pablo y Bernabé, enfrentaron la hostilidad de algunos judíos que los perseguían y apedreaban. Sin embargo, la fuerza de la comunidad no se quebró, al contrario, se fortaleció. Cuando Pablo fue dejado por muerto, los discípulos lo rodearon, demostrando que en la comunidad cristiana hay un compromiso profundo de apoyo mutuo, incluso en los momentos más oscuros.
En este viaje, vemos cómo la comunidad cristiana no solo es un grupo de individuos, sino un cuerpo unido en la fe. Luego que pasaron por diversas ciudades, como Derbe, Listra, Iconio y Antioquía, los apóstoles animaban a los discípulos a perseverar en la fe. No se trataba solo de la experiencia personal de cada uno, sino de un viaje compartido hacia el reino de Dios. En cada Iglesia, designaban presbíteros, oraban y ayunaban juntos, reconociendo la importancia de la comunidad en el crecimiento espiritual.
El Salmo Responsorial (144) nos invita a proclamar la gloria del reinado de Dios en unidad. No se trata solo de la alabanza individual, sino de que todas las criaturas den gracias y bendigan al Señor. La comunidad es un eco conjunto de la grandeza de Dios, compartiendo las hazañas divinas y celebrando la eternidad de su reinado.
En el Evangelio para hoy, Jesús ofrece a sus discípulos la paz que el mundo no puede dar. Esta paz es un regalo compartido en la comunidad de creyentes. Jesús reconoce que se acerca un momento difícil, pero recalca que su amor por el Padre lo guía en todo momento. Esta enseñanza refuerza la importancia de la comunidad en sostener la fe frente a las pruebas.
En nuestra propia travesía de fe, podemos aprender de esta comunidad descrita en las Escrituras. La fe no es un camino solitario, sino un viaje compartido. En los momentos de persecución, desafío y confusión, la comunidad cristiana es nuestro refugio, nuestro apoyo y nuestra fortaleza. En la comunión, encontramos la capacidad de perseverar y proclamar la gloria del reinado de Dios juntos, como un testimonio vivo de su amor y paz que trasciende todo entendimiento.
Que, al reflexionar sobre estas lecturas, nos inspiremos a vivir nuestra fe de manera comunitaria, apoyándonos mutuamente en los altibajos de la vida, proclamando juntos la grandeza de nuestro Dios y experimentando la paz que solo Jesús puede dar. En comunidad, encontramos fortaleza, consuelo y la gracia de seguir adelante, confiando en el amor inquebrantable de nuestro Señor.
(Guía Litúrgica)
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