Domingo, 4 de febrero del 2024
- Primera lectura: Job 7, 1-4.6-7: Me han tocado meses de desengaño.
- Salmo Responsorial: 146: El Señor sostiene a los humildes.
- Segunda lectura: 1Cor 9, 16-19.22-23: ¡Ay de mí, si no anuncio el evangelio!
- Evangelio: Mc 1, 29-39: Él se acercó, la tomó de la mano y la levantó.
Color: VERDE. I Semana del Salterio
Homilía 2 de febrero: Presentación del Señor
“LA LEVANTÓ”
Por P. Wilkin Castillo, San Juan de la Maguana
Estamos en el V Domingo del Tiempo Ordinario y es una nueva oportunidad para ponernos en contacto con la palabra de Dios y profundizar sobre la misma, las lecturas que tienen que ver con la vida pública de Jesús siempre nos presentan un enfoque interesante y que despierta en nosotros un interés muy marcado por conocer los matices y los elementos que revelan datos preponderantes en torno a la vida de Jesús.
Por su parte en el Evangelio encontramos que: “En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.” Un detalle importante y que amerita que nos detengamos en el mismo. Jesús primero va al templo y luego sale a visitar a sus amigos. “Cuando entra a la casa de Simón y Andrés le comunican que la suegra de Simón estaba en cama con fiebre, Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó.”
Tres verbos importantes que indican proximidad, Jesús se acercó, acercarse es muestra de cariño, señal de que la otra persona me importa. La cogió, es ofrecer sus hombros para que él otro se apoye, se sienta acogido y se renueve. La levantó, una acción muy humana, que representa vitalidad y vigor. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Una vez recibe la sanación se puso a servirles. Un detalle para servir debemos gozar de salud, nadie que esté enfermo podrá servir con la calidad que el servicio amerita.
“Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y poseídos. La población entera se agolpaba a la puerta.” Agolparse es muestra del poder que tenía Jesús en sus palabras y en sus acciones, que es capaz de mover masa y multitudes se veían atraídos por su sola presencia.
“Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar.” La oración en la vida de Jesús siempre fue prioridad, por eso no nos debe sorprender el hecho de que él se levante de madrugada para ponerse en contacto con su padre por medio de la oración para poder responder a las exigencias de la gente. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: “Todo el mundo te busca.” En esta frase se reafirma lo dicho más arriba y es el interés de estar con él que despertaba Jesús en sus contemporáneos. Él les respondió: “Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he venido.” Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios
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