Viernes, 1 de noviembre del 2024
- Primera lectura. Ap 7,2-4.9-14: “Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero”.
- Salmo responsorial. 23,1-2.3-4ab.5-6: “Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor”.
- Segunda lectura: 1Jn 3,1-3: “Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos”
- Evangelio. Mt 5,1-12a: “Estén alegres y contentos, porque su recompensa será grande en el cielo”.
Color: BLANCO
¿Trabajas por la paz?, te llamarás hijo de Dios
Hoy nuestra Iglesia celebra la Solemnidad de Todos los Santos, y con ella iniciamos en nuestro país el “Mes de la Familia” donde se nos indica que vivir el valor de la “ORACIÓN FOMENTA LA UNIDAD FAMILIAR”. Todo esto, iluminados por la Palabra: “Señor, enséñanos a orar” (Cfr. Lc 11,1b). Así mismo, se nos invita -y ojalá pudiéramos cumplir- a orar el Padre Nuestro TODOS los días en familia, durante este mes.
Las lecturas de hoy nos van marcando el camino para alcanzar la santidad y llevar siempre puesta nuestra “vestidura blanca” y llegar con ella ante la presencia del Señor, cuando sea el momento. Nuestras acciones en esta vida deben llevarnos a ser merecedores de ser “marcados en la frente” como siervos de Dios, sabiendo que “la alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios.” Seremos entonces de aquellos que habremos “lavado y blanqueado nuestras vestiduras en la sangre del Cordero.”
¡No es fácil, pero sí posible! Por la gracia de Dios podremos incluirnos y decir como el salmista: “Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor”. ¡El grupo de los santos!
Santo es todo aquel que ama. Ama sin medida, entrega tu corazón y todo tu ser a tu cónyuge y a tus hijos. Comparte con ellos tu tiempo, tu fe; pero no solo con ellos sino con todos los demás también. Procura ser un buen ser humano y hacer bien lo que haces, sin esperar otra compensación que no sea la que Dios tiene reservada para ti.
Si amamos siempre, seremos “dichosos o bienaventurados” como hoy nos lo plantea el Señor en el “Sermón de la Montaña.” Repasemos este estilo de vida que el Señor nos plantea al vivir las bienaventuranzas. En cada una debe siempre primar ante todo el amor: ¿eres pobre en el espíritu?, tuyo es el reino de los cielos; ¿lloras?, serás consolado; ¿sufres?, heredarás la tierra; ¿tienes hambre y sed de la justicia?, quedarás saciado; ¿eres misericordioso?, alcanzarás misericordia; ¿eres limpio de corazón?, verás a Dios; ¿trabajas por la paz?, te llamarás hijo de Dios; ¿eres perseguido por causa de la justicia?, tuyo es el Reino de los Cielos.
Sin lugar a duda, este camino que Jesús nos presenta se contrapone a lo que “el mundo” nos vende. Para el mundo los que son como Jesús nos plantea son unos infelices. ¡Y no es así!
¡Dichosos los que, a través de la oración, fomentan la unidad familiar! “Estén alegres y contentos, porque su recompensa será grande en el cielo”.
(Guía Mensual)
XXXI Domingo. Tiempo Ordinario. Ciclo B. 3 de octubre del 2024
Lecturas: XXXI Domingo. Tiempo Ordinario. Ciclo B
Moniciones: XXXI Domingo. Tiempo Ordinario. Ciclo B
Homilía 1: XXXI Domingo. Tiempo Ordinario. Ciclo B
Homilía 2: XXXI Domingo. Tiempo Ordinario. Ciclo B
Homilía 3: XXXI Domingo. Tiempo Ordinario. Ciclo B
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