Color: BLANCO

  • Primera Lectura. Hch 9, 1-20: “Anda, ve; que ese hombre es un instrumento elegido por mí para dar a conocer mi nombre a pueblos y reyes”.
  • Salmo Responsorial: 116, 1-2: “Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio”.
  • Evangelio. Jn 6, 52-59: “Este es el pan que ha bajado del cielo”.

En más de una ocasión hemos escuchado este relato de la vida de San Pablo la cual nos agrada ver cómo la manifestación de Cristo resucitado se apodera de toda su vida y al entregar toda su vida ya no es el mismo perseguidor, sino que pasa a ser perseguido a causa de Cristo.

Este fragmento de Hechos de los Apóstoles tiene mucho de nuestra historia de conversión. Al nosotros dejar encontrarnos por Jesús nuestra vida debe cambiar, es imposible seguir obrando como en el pasado. No esperemos que las tragedias nos acerquen a Jesucristo ya que de alguna manera hemos acuchado su Palabra que nos llama constantemente a una nueva vida. No solamente escuchemos más bien obremos como buen discípulo cristiano.

Si en algún momento en nuestra vida hemos estado ciego al igual que Saulo, ciego de ira, vanidad, envidia, falta de paz, poder, lujuria, Jesucristo hoy nos toca para que estas escamas que nos impiden vivir la vida que Cristo quiere se caigan de nuestro cuerpo, tanto interior como exterior, y solamente sanos por Cristo podemos ir a proclamar la Buena Nueva de salvación a los barrios, vecinos, provincia y naciones, pero sobre todo a nuestros familiares ya que proclamando a Cristo en nuestro entorno familiar y laboral ya estamos cambiando el mundo que nos rodea.

Una de las cosas que nos cuenta esta primera lectura y que no puede pasar desapercibida es la persona de Ananías, todos necesitamos en nuestra vida conocer alguien de oración constante ya que es un pilar en nuestro crecimiento cristiano y que nos enseñen al igual que a Saulo, que fue instruido y acogido por aquella comunidad de Damasco.

Este relato del Santo Evangelio para hoy va muy unido a las lecturas anteriores; de la única manera que podemos ir al mundo entero para proclamar la buena noticia de salvación es encontrándonos con Jesucristo en la oración y más aún en la Santa Eucaristía que es donde Él mismo se hace presente para alimentarnos; y solo este alimento que es verdadera comida y verdadera bebida nos da nuevas fuerzas para seguir adelante, no solamente en esta vida terrena sino también en la vida eterna. En nuestro entorno habrá personas al igual que en los tiempos de Jesús (judíos y fariseos) que nos criticarán y juzgarán por nuestros errores pasados; dirán, entre otras cosas, que somos fanáticos y que nos lo estamos tomando muy en serio. Pero ante todo esto ¡ánimo!, porque tal como dice la Palabra evangélica de hoy “El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él”.

No hay mejor lugar que vivir, creer y habitar en la presencia de Cristo Jesús, Rey y Señor de nuestra vida porque firme es su misericordia con nosotros, y su fidelidad dura por siempre.

(Guía Litúrgica)

Si deseas recibir en tu móvil por WhatsApp, únete a este grupo: https://chat.whatsapp.com/KUofplJqn9v4YmiOuRpJF0

Lecturas      Homilías     Moniciones    Oración de la noche

Anote este número. 829 694 1948 y este correo-e: aire96fm@gmail.com y escríbanos para mantenerse informado de las novedades y actualizaciones de esta página  ¿Le gustaría recibir nuestro boletín semanal por correo electrónico?

Suscríbete entrando aquí. Queremos orar contigo, llena el siguiente formulario y estaremos orando por ti y tus necesidades. Dios es quien hace la obra, nosotros te acompañamos clamando por ti: AQUÍ.

Obispos cubanos: «¡Necesitamos tu ayuda, consuelo y fortaleza!”

EL RESUCITÓ: NOS AMÓ HASTA EL EXTREMO

Obispos de Cuba piden rezar estas 2 oraciones ante la difícil situación del país

Una mirada a «Dignitas infinita» desde la Teología Moral

Escuche aquí el Evangelio para HOY