Miércoles, 31 de mayo del 2023
- Primera Lectura. Sof 3, 14-18: “El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás”.
- Salmo Responsorial. Isaías 12,2-3.4bcd.5-6: “Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel”.
- Evangelio. Lc 1, 39-56: “¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!”.
Color: BLANCO
“María ha sido bendecida entre todas las mujeres”
La Visitación de la Virgen María es un hermoso pasaje bíblico que hemos leído en el Evangelio narrado por Lucas. En este texto, María se dirige a visitar a su prima Isabel, quien también estaba esperando un hijo, Juan el Bautista. Cuando María llegó y saludó a Isabel, el niño saltó de alegría en su vientre. Este encuentro es un momento de gran importancia en la vida de María, ya que es un momento en el que se demuestra su humildad y su amor por los demás. Estaba embarazada y esto no fue obstáculo para irse donde su prima, Isabel para ayudarla y servirle. Este pasaje muestra cómo Dios obra de manera maravillosa en la vida de las personas. Juan el Bautista reconoció a Jesús incluso antes (de) que éste naciera, saltando de alegría en el vientre de Isabel. Este es un recordatorio (de) que Dios está presente en nuestras vidas y obra en formas que muchas veces no podemos entender o explicar. La Visitación de la Virgen María también es un llamado para nosotros a ser personas de servicio y amor hacia los demás, poniendo sus necesidades por encima de las nuestras. Es un recordatorio (de) que debemos confiar en Dios y en Su obra en nuestras vidas, incluso cuando no podemos entender todo lo que está sucediendo. La Visitación de la Virgen María es un pasaje bíblico lleno de enseñanzas y mensajes importantes para nuestra vida diaria. Nos invita a ser humildes, servir a los demás y confiar en la obra de Dios en nuestras vidas.
María ha sido bendecida entre todas las mujeres. Ella dice: «¿De dónde a mí que venga a verme la madre de mi Señor?». María responde con lo que se conoce como el «Magnificat», una oración que alaba a Dios por sus grandes obras. En ella, María reconoce que Dios la ha elegido a ella, una humilde sierva, para realizar su plan y exalta la bondad de Dios en la historia de la humanidad. María dice: «Engrandece mi alma al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí; su nombre es santo».
Oración: Señor Jesús, gracias por el ejemplo de la visita de María a Isabel donde se nos presenta un momento de gran alegría y alabanza a Dios. Que este pasaje nos invite a reflexionar sobre la humildad, la fe y la alabanza a Dios en nuestra vida. Amén.
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