Protectora de la República Dominicana
Moniciones: II Semana. Tiempo Ordinario. Martes, 21 de enero del 2025
Martes, 21 de enero del 2025
- Primera lectura. Is 7,10-15: “La virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel”.
- Salmo Responsorial. Lucas 1,46-55: “El Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: su nombre es Santo”.
- Segunda lectura. Gál 4,1-7: “Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer”.
- Evangelio. Lc 1,26-38:“Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres”.
Color: BLANCO
“María es nuestra abogada ante el Hijo”
ENTRADA:
Muy buenas (noches, días, tardes). Hoy celebramos el día de Nuestra Señora de la Altagracia, nuestra protectora. La Altagracia es símbolo del pueblo dominicano. Símbolo de su fe, de su identidad nacional, de su confianza en la protección de la Virgen. Es el punto de unión en medio de cualquier división de nuestro pueblo. Demos gracias a Dios, porque quiso enviarnos a la Santísima Virgen María para darnos consuelo en nuestras penas y llevarnos hacia él. Pongámonos de pie para recibir a los ministros de esta Eucaristía.
En la primera lectura vemos un encuentro del Profeta Isaías con Acaz, rey de Judá, en el siglo octavo antes de Cristo, que se veía tentado a hacer alianza con el rey pagano de Asiria para librarse de la amenaza de los reyes de Damasco en Aram y de Efraím. El profeta anuncia una señal de Dios para alentar la fidelidad del rey Acaz, y como una garantía de la permanencia de la promesa hecha por Dios a David: el nacimiento de un niño de una mujer doncella. Escuchemos.
En el texto que escucharemos a continuación San Pablo condensa el rimo y la finalidad de la Encarnación. El Hijo de Dios se hace humano, nacido de una mujer, para que recibiéramos la condición de hijos. Desde ahora, impulsados por el Espíritu, podemos llamar “Padre” a Dios y “hermano” al semejante. Pongan atención al siguiente mensaje.
El Evangelio de hoy contiene el anuncio del Señor a María. Se cumple así la profecía de Isaías en la primera lectura. El “hágase” de María es un “SÍ”, para la nueva humanidad salvada por Dios en Cristo; y nos muestra a nosotros, cristianos de hoy, el modo de optar definitivamente por el Evangelio y asumir compromisos concretos de presencia en el mundo y en la sociedad en que vivimos. Nos ponemos de pie para escuchar esta Buena Noticia, pero antes entonemos el Aleluya.
Oración Universal:
El que preside: Elevemos muestra plegaria es que este día tan importante para nuestro pueblo, para que, por intermedio de la Virgen María, bajo la advocación de la alta gracia derrame abundantes bendiciones sobre todos, y digámosle a Dios nuestro Padre: “Por intercesión de María, escúchanos, Señor”.
Por la Iglesia universal, por el Papa Francisco, por nuestro Obispo Francisco por la Conferencia Episcopal Dominicana, para que el Señor por la intercesión de la Virgen María los acompañe en su misión evangelizadora. Roguemos al Señor.
Por el gobierno de nuestro país, para que el Señor, por intercesión de Nuestra Señora de la Altagracia, le conceda sabiduría y fortaleza para gobernar con equidad y Justicia. Roguemos al Señor.
Por el pueblo dominicano, que celebra con gozo la solemnidad de Nuestra Señora de la Altagracia, para que ella nos lleve al encuentro de Jesucristo y nos enseñe a amarlo como ella lo amó. Roguemos al Señor
Por quienes participamos en esta eucaristía: para que, alentados por el testimonio de María de la Altagracia, confiemos siempre en Dios y estemos dispuestos a colaborar en su proyecto de salvación y liberación. Roguemos al Señor.
El que preside: Escucha, padre amado y misericordioso, las súplicas que te dirigimos en esta solemnidad de María, tu sierva, por tu Hijo, Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
COMUNIÓN ESPIRITUAL
“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”.
(San Alfonso María de Ligorio).
Aquí podrás escuchar el Evangelio y la reflexión para hoy:
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Nuestra Señora de la Altagracia: ¡te amamos!
Muchos no quieren la Iglesia, pero usan el calendario que ella presentó al mundo