Lunes, 21 de octubre del 2024
- Primera lectura. Ef 2,1-10: “Antes procedíamos nosotros también así; siguiendo los deseos de la carne”.
- Salmo responsorial. 99,2.3.4.5: “El Señor nos hizo y somos suyos”.
- Evangelio. Lc 12,13-21: “Aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes”.
Color: VERDE
«Los bienes materiales no dan la vida, solo en Jesús podemos tener vida”
Entrada:
El Señor nos ha dejado una forma de vivir, unas buenas obras para que practiquemos, porque esto nos va a ayudar a tener una vida ordenada; hacer esas obras nos llevará a ser obedientes a Dios, lo que nos permitirá vivir en paz.
En el Evangelio de hoy Jesús nos habla de cómo la codicia nos ciega y no nos permite ver más allá de nuestros intereses, volviéndonos egoístas, al pensar solo en nosotros.
Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios (2,1-10)
San Pablo nos dice que por la misericordia de Dios somos salvados, todo es gracia, todo es un don gratuito de Dios.
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (12,13-21)
El Señor nos invita a ser buenos administradores de los bienes que nos has dado.
Oración Universal:
El que preside: Con la alegría de ser llamados por Dios a participar de su misterio de amor, presentemos al Padre nuestra oración por medio de su Hijo Jesucristo en la fuerza del Espíritu Santo. Digamos todos: “Padre escucha nuestra oración”
1.- Por el Papa, los obispos, los sacerdotes y la Iglesia universal, para que anuncien, sin temor, con entusiasmo y sin buscar privilegios, la Buena Noticia de la salvación a toda la humanidad. Roguemos al Señor.
2.- Por los gobernantes de las naciones, para que protejan y respeten los derechos religiosos, la objeción de conciencia y la libertad de credo de todas las personas. Roguemos al Señor.
3.- Por los misioneros que, respondiendo a la llamada de Cristo, han dejado todo para ir lejos de su patria y llevar la Buena Noticia allí donde la gente todavía no lo ha recibido o la ha cogido recientemente. Roguemos al Señor.
4.- Por nosotros, para que ofrezcamos, diariamente, nuestra vida al servicio de los hermanos, como nos lo enseña Jesús, refiriéndose a sí mismo: “El Hijo del hombre no ha venido, a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos”. Roguemos al Señor.
Lervidiana Castro Hernández/lervidianacastrohernandez1976@gmail.com
COMUNIÓN ESPIRITUAL
“Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del Altar; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que vuelva jamás a abandonarte”.
(San Alfonso María de Ligorio).
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