Domingo, 21 de julio de 2024. IV Semana
- Primera lectura: Jr 23, 1-6: Le darán este nombre: El Señor, nuestra defensa.
- Salmo Responsorial: 22: Habitaré en la casa del Señor por años sin término.
- Segunda lectura: Ef 2, 13-18: Unidos en un solo cuerpo, nos reconcilió con Dios.
- Evangelio: Mc 6, 30-34: Vengan a descansar un poco.
Color: VERDE
“En Jesús encontramos el camino y la verdad y la vida”
La expresión «andaban como ovejas sin pastor» que encontramos en el Evangelio de Marcos, nos habla de un pueblo desorientado, anhelante de guía y protección. Esta imagen nos recuerda nuestra propia vulnerabilidad y la necesidad profunda del cuidado y la dirección de Dios en nuestras vidas.
Jeremías, en su profecía, lamenta la suerte de un pueblo descarriado por la falta de pastores fieles que los guíen hacia la justicia. Sin embargo, Dios promete levantar un nuevo pastor, un rey justo de la estirpe de David, que gobernará con sabiduría y justicia, ofreciendo así un futuro de paz y seguridad. Esta promesa se cumple en Jesús, el Buen Pastor, que conoce a cada una de sus ovejas por nombre y da su vida por ellas.
El salmista nos presenta la imagen consoladora de Dios como nuestro pastor. Bajo su cuidado, no nos falta nada; nos guía por senderos de justicia, nos reconforta en los valles oscuros de la vida y nos prepara un banquete de amor y misericordia. Esta imagen pastoral refleja la relación íntima que Dios desea tener con cada uno de nosotros, donde el miedo es reemplazado por la confianza y la seguridad en su amor providente.
Pablo hoy nos habla de la paz que Jesús, nuestro Pastor, ha traído al romper las barreras de hostilidad que nos separaban de Dios y los unos de los otros. Por medio de su sacrificio, Jesús nos reconcilia con el Padre y nos une en un solo pueblo, en una sola familia bajo su cuidado.
Al contemplar a las multitudes desorientadas y cansadas, Jesús se conmueve profundamente. Él ve más allá de las necesidades físicas y reconoce el hambre espiritual que aflige a su pueblo. Su respuesta es de compasión y enseñanza; Él mismo se convierte en el pastor que tanto necesitan, guiándolos hacia pastos verdes, de verdad y vida.
Esta meditación nos invita a reconocernos en esas ovejas sin pastor y a acercarnos con confianza a Jesús, nuestro Buen Pastor. Nos llama a escuchar su voz en medio del ruido y las distracciones del mundo, a seguirlo con fe, sabiendo que en Jesús encontramos el camino y la verdad y la vida. Que nuestro corazón se abra al consuelo y la guía de nuestro Pastor, permitiendo que su amor y su paz llenen nuestras vidas y nos lleven por senderos de justicia para su nombre.
(Guía Litúrgica)
Si deseas recibir en tu móvil por WhatsApp, únete a este grupo: https://chat.whatsapp.com/KUofplJqn9v4YmiOuRpJF0